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César Méndez
@poncesj
Un estudio realizado por OXFAM, see la Fundación Salvadoreña para la Reconstrucción y el Desarrollo (REDES) y ECOVIVA, salve reveló el impacto positivo hacia los pequeños agricultores debido a las políticas gubernamentales para la compra de semilla de maíz y frijol.
El estudio pretende contribuir al debate sobre las compras públicas de semillas certificadas de maíz y frijol, ed realizadas por el gobierno a través de los decretos transitorios 198 y 603. Estos decretos tienen por objetivo fomentar la producción nacional de semilla certificada de maíz y frijol, a través de la compra directa de parte del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Los decretos fueron señalados por sectores empresariales, según ellos los decretos violan acuerdos del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
El estudio revela que en 2014 se compró el 100% de semilla de maíz y frijol a proveedores nacionales. “A las cooperativas se les compra el 21% del producto y el 79% restante es comprado a empresas nacionales”, afirmó Evelyn Martínez, del equipo de investigación. Con esto se logró reducir la importación de semilla de maíz y frijol.
Antes que el MAG comenzara a comprar a pequeños productores, habían once empresas que manejaban el 80% del mercado, entre esas se encuentran: LAFISE, PROSELAS y Cristiani Burkark. Ahora hay varias cooperativas que están aumentando su participación.
La investigación señala que la asistencia técnica permitió a los pequeños productores triplicar la producción de semilla certificada de maíz y frijol en cinco años. Según sus datos, en 2009 y 2010 se produjeron 34,693 quintales de maíz y la última producción, en el período 2013 a 2014, aumentó a 92,194 quintales.
Otra de las áreas de impacto es el aumento de empleo en la zona rural, pues se generaron 81 mil nuevos empleos que favorecen a las mujeres agricultoras. El informe reconoce que las cooperativas de maíz ofrecen empleo a más mujeres y en las cooperativas de frijol la participación de ellas es menor.
El ministro del agricultura y ganadería, Orestes Ortez, reconoció la importancia del estudio para el beneficio del país. “El estudio es un aporte muy importante no solo para el MAG, sino también para el país para comprender mejor esta política pública para fomentar la producción de granos básicos y con ello orientarnos hacía la seguridad alimentaria del Programa de Agricultura Familiar (PAF)”, afirmó.
Según el ministro, “El Salvador es el líder de Centroamérica en el uso de semilla de alta calidad para producir arroz, frijol, maíz y sorgo o maicillo”. Aunque el precio de compra a los pequeños productores es más alto, ya no se está favoreciendo la enorme acumulación de riqueza o de las importaciones a proveedores de semilla apostados en economías subsidiadas.
Según el informe, más del 80% de los productores y productoras salvadoreñas son categorizados como subsistencia, es decir, que poseen áreas de cultivo que no pasan las tres manzanas. A pesar de ello contribuyen con más del 70% de la producción nacional de alimentos. También se esperan resultados en la producción de arroz para que ya no dependa tanto de su importación.
