Por Diego Urdaneta
Madrid/AFP
El rey y el jefe de gobierno español aceptaron la invitación de Cuba para un viaje oficial y afirmaron querer ir «lo antes posible», como un «símbolo» que corone el impulso en las relaciones entre ambos países, aseguraron sus cancilleres en Madrid.
«Estamos en un momento muy promisorio de las relaciones bilaterales y existen condiciones muy favorables para profundizar los nexos históricos especiales», se congratuló el cubano Bruno Rodríguez, primer jefe de la diplomacia cubana en visitar España en casi una década.
Su visita se concretó luego de que en diciembre Cuba y la Unión Europea firmaran en Bruselas un acuerdo para lanzar una nueva era en sus relaciones.
Así, dejaron atrás la llamada Posición Común vigente desde 1996, que condicionaba la cooperación con la isla a avances en derechos humanos, un espinoso tema que generó asperezas entre Cuba y el bloque europeo.
España fue clave en la distensión de la Unión Europea con Cuba, en un intento de recuperar la iniciativa luego de que la diplomacia española fuera criticada cuando perdió la oportunidad de mediar entre la isla y Estados Unidos, antes de la reanudación de sus relaciones en 2014.
Rodríguez fue recibido el lunes por el rey Felipe VI, el jefe de gobierno Mariano Rajoy, el ministro español de Exteriores Alfonso Dastis y la presidenta del Congreso Ana Pastor, en una señal de la relevancia que Madrid le otorgó a su visita.
Rodríguez aprovechó para extender la invitación a Cuba al monarca y a Rajoy, que «simboliza la voluntad de nuestra país de continuar desarrollando los vínculos con España», explicó en rueda de prensa.
«Hay que precisar las fechas», pero «queremos que se produzca lo antes posible», dijo por su parte Dastis.
De concretarse, sería la primera visita a la isla de Felipe VI desde que fue entronizado en 2014.
Por su parte, Rajoy sería el primer presidente del gobierno español en realizar una visita bilateral desde que lo hiciera el socialista Felipe González en 1986.
El sucesor de González, José María Aznar, visitó Cuba en 1999, pero en el marco de la Cumbre Iberoamericana, a la que también asistió el entonces rey Juan Carlos.
Precisamente bajo el gobierno de Aznar, impulsor de la Posición Común, se vivieron años de tensión entre La Habana y Madrid.
Ahora, «miramos esas relaciones con optimismo, con voluntad de desarrollarlas y potenciarlas», garantizó Dastis.
En ese sentido, dijo que aspira a que el parlamento español sea el primero en ratificar el nuevo acuerdo UE-Cuba, que debe recibir el visto bueno de los legislativos de los países del bloque europeo.
Derechos humanos, fuera del foco
Al ser preguntado sobre si se habló de derechos humanos en las conversaciones con el canciller cubano, Dastis dijo que «abordamos todos los temas incluso los que puedan ser más delicados», pero sin dar detalles.
«Estrechos vínculos entre nuestros pueblos. A favor del diálogo constructivo», se limitó a escribir en Twitter Rajoy sobre el encuentro, que sirvió para pasar «revista a las relaciones bilaterales», según un escueto comunicado de Moncloa.
«Los españoles han sido siempre extraordinariamente solidarios con Cuba, incluso en los momentos más complejos de la economía cubana», dijo Rodríguez, al agradecer la posición de España de rechazo al embargo estadounidense contra Cuba.
De su lado, el canciller español dijo que Madrid espera que el gobierno de Donald Trump siga «por la misma vía» de «deshielo y acercamiento» iniciada por su antecesor Barack Obama, que reanudó en diciembre de 2014 las relaciones con Cuba tras medio siglo de enemistad.
Al destacar que España es el tercer socio comercial de Cuba, Rodríguez afirmó que «hay un gran potencial por desarrollar», en momentos en que las autoridades cubanas buscan inversión extranjera que impulse el crecimiento de la isla y la saque de la crisis.
España es uno de los principales inversionistas en Cuba, sobre todo en el área de turismo, donde es el principal aportador, dominando el 69% de la presencia extranjera en el sector, según cifras del ministerio de Exteriores español.