La invitación es abierta a todo ser con sensibilidad, here el abrazo es metafórico:
Unidos queremos hacer un Festival en muchas partes del mundo, es de locos, pero es de estas locuras que el mundo necesita. Canadá tiene una diversidad cultural, pues aquí vivimos personas con ascendencia de otras latitudes, esos componentes culturales quedan, algunos se afianzan, otros tienden a desaparecer.
Sabemos que desde las necesidades florece la cultura. Las necesidades aquí, están más en lo profundo del ser y es precisamente aquí donde la poesía tiene su lugar. Dialécticamente hablando estamos en el lugar exacto y a la vez en el lugar equivocado, nosotros, con poesía en todas partes, podemos hacer la diferencia. Ahora se trata de crear las condiciones para el florecimiento de una cultura que implique conciencia del significado de los actos humanos. Hoy más que nunca se requiere vincular la poesía a los hechos de la gente y de la vida, asumirnos como receptores no de palabras sino de energías que repartimos con la fuerza de nuestros actos.
Se trata de que ustedes se vean en el aporte que hacen y pueden hacer al mundo. Desde la poesía, puesta en movimiento, se está logrando algo más que palabras. Estamos logrando conmover y conmovernos. La meta es transformarnos en fuerza moral y para ello se suman capacidades, se suman ideas, se suman voluntades. La meta es cientos de miles, pues en todo lugar que se respete se puede hacer, leer y respirar poesía, el asunto es como lograr sumar voluntades para un resultado poético que cambie la cultura humana.
De este Festival ha surgido la campaña por Bibliotecas Palabra en el mundo, la Campaña Verde esperanza: Parques para la Paz, poemas para la vida y desde México nos entregaron la Antología El Árbol de la vida. La tarea es continuar desarrollando participación, desarrollando creatividad, desarrollando potencial. En esto ustedes tienen la palabra.
Por mi parte solo me queda invitarles a ponerle imaginación y fuerza a la idea. Perfectamente podemos contactar Vates de otras ciudades y pedirles que asuman el Festival. Cuando sean diez mil los eventos, estaríamos hablando en grande, esta grandeza puede transformase en conciencia, de ahí para adelante solo el cielo puede ser el límite.
Les adjunto la convocatoria en inglés para que la difundan en otros latitudes, Si alguien puede asumir la traducción al francés, les estaremos eternamente agradecidos.
Carta de Febrero a los SURes. Tito Alvarado:
Personal y colectivo.
Estos meses y hasta fines de mayo, andaré con el tiempo repartido a cinco bandas: en el oficio de escribir y leer, en el oficio de ser sobreviviente, es decir con la angustia de ir a trabajar cada día de lunes a viernes en un horario que va desde las seis de la mañana hasta las dos y quince de la tarde. Otras bandas son el Festival y animar el trabajo con los SURes, a esto que ha sido una constante en los últimos años, se le agrega que este año se produce un cambio radical en mi vida.
Este cambio tiene sus varias vertientes, una es que debemos trasladarnos al campo, con los trámites de buscar casa, acomodar emociones, arreglar asuntos con los bancos, acomodar la nueva vivienda y cambio de compañía que me da el servicio de internet: esto significa que a partir de mayo me será imposible dirigirme a ustedes por este correo, les adelanto el que pasará a ser el principal
Les ruego hagan los respectivos cambios y sigamos en la misión de poetizar la vida. En mi nueva vivienda plantaremos algunos árboles cuya característica será que en la primavera florezcan, también plantaremos algunas rosas, tanto las rosas como los árboles tendrán como padrino o madrina, la energía de un poeta.
Entonces queridas y queridos vates les pido lo que más pueden dar, amor, luz de entendimiento, capacidad de creación y porfía para seguir en la tarea.
A partir de octubre iniciaremos un viaje por caminos y ciudades de México y otras de Chile. Esto lo haremos cada año, durante seis meses recorreremos diversos puntos del planeta con la idea de fundar más sures y sumar más vates en la misión de lograr entregar al mundo el Festival más importante del planeta, un festival que sea autoridad moral y tribuna de cambio.
Un abrazo fraterno