Un glorioso saludo a los artistas que aun en medio de esta crisis de salud han alzado su voz y han donado lo mejor de su talento para adornar, el universo. Apreciamos su reciente participación en esta acción artística cibernético, llamado Festival Internacional de Poesía Palabra en el Mundo; una forma hermosa de plantar un sueño, alimentarlo, abrigarlo y encomendarle la misiva de transportar en sus alas, la fe y esperanza de que vengan días mejores donde prevalezca el amor la paz y la justicia.
Una vez más estamos seguros de haber escogido la pared que se convertirá en el Muro de la gratitud, a este universo que nos ha permitido emanar lo mejor de nuestro ser, viviendo anidados en su bondad, hemos aprovechado este espacio que nos ofrece la tecnología moderna para salir en defensa de lo que más necesitamos, “la paz” (justicia, y amor).
Hemos convertido las hojas de nuestros libros en mensajes al viento, haciendo presencia en lo más recóndito de este globo terráqueo.
Aun en medio del infortunio hemos sido capaces de unir nuestros esfuerzos.
Hemos unido los colores y los marcadores para rotular las paredes del cielo con un grito de protesta, ante el peligro que acecha a las grande multitud sin más defensa que nuestra voz, la única pared que nos protege del odio desatado en este mundo de irresponsabilidad, adoptada por los poderes.
Hemos sufrido epidemias cada cierto tiempo quizás haya algún objetivo específico dentro de todo; o como dicen los que no tiene otra opción, que es para recordarnos nuestra vulnerabilidad ante la enfermedad y ante el poder.
En pocos meses, algo que parecía una catástrofe distante se ha convertido en una tragedia mundial. Esta enfermedad producida por un insidioso agente infeccioso popularmente conocida como coronavirus se ha extendido a casi todos los rincones del planeta; revelando la torpeza de los gobiernos autoritarios populistas que atacaron a la ciencia y la salud pública para que sus seguidores no piensen racionalmente y crearon las condiciones para la desinformación, el estigma y el caos que ahora sufrimos.
Donde los más afectados somos la clase de menos recursos económicos “La gran mayoría”. Esta pandemia es una más de la triste secuela que empezó hace más de 40 años o para ser exactos en el siglo pasado cuando la mayor parte de los gobiernos del mundo abrazaron y alimentaron los tentáculos del neoliberalismo, y su envenenada doctrina que pregonaba una drástica reducción de los gastos públicos y el desmantelamiento de la intervención del Estado en los programas sociales.
De esta manera se creó un sistema adonde el lucro estaba por encima de todo y de todos; y en la vampiresa tarea del recorte de los recursos humanos de los sistemas de salud, tanto nacionales como internacionales, y donde se banalizó una cadena de desastres sanitarios como el SIDA, Dengue, SARS, H1N1, ébola, zika, Porcina, que revelaba casi los mismos síntomas del COVID-19, entre otras reconocidas por el mundo. Y ahora la epidemia que nos abruma”. Estas epidemias magnificaron la relación entre los sistemas económicos injustos y las adversas condiciones de vida, confirmaron la persistencia del racismo (solo basta recordar las indignas frases del presidente de los Estados Unidos sobre un virus foráneo, mucho antes de que este hiciera presencia en China y que a su vez ya mostraban sus colmillos en USA, su deliberada asociación con los chinos, ha alentado actos de violencia contra la población de origen asiático). Clara intención sin duda alguna, una doctrina que idealiza el estilo de vida y que guarda silencio sobre la vulnerabilidad estructural en que vive la mayoría de las personas de bajos recursos y la comunidad.
Unidos en la diversidad seguimos enfrentado
la adversidad
Viva el Festival Internacional de poesía Palabra en el mundo y las múltiples disciplinas artísticas
el globo terrestre.
Por el Pc-surv.
Lucy Ortiz