Dice un proverbio Chino que un largo viaje se inicia con un paso. Esto se relaciona con el hecho, no siempre distinguible, que uno cree saber exactamente cuándo se inicia ese viaje, salvo que todo viaje se inicia mucho antes de comenzar la marcha.
En este antes hay la confrontación con una realidad, la imaginación de otra, la resolución de ir a una realidad distinta, el vencer los miedos a lo desconocido y contar con los medios para hacer posible aquello que puede ser apenas un sueño. De ese antes, anterior a la fecha en que ahora reconocemos se formó esta unidad en la diversidad, no tenemos mucha claridad, sabemos que había y hay necesidades, que hubo y hay diversidad de realidades y reacciones ante ella, que no siempre se busca lo mismo y que muchas veces no es tan claro que busca cada cual. Al comienzo era una necesidad y un deseo. Ahora hay un camino realizado con muchas voluntades. Si llegáramos hasta aquí, lo fundamental de lo emprendido en colectivo seguiría su propia marcha, hay logros de la acción guiada por una idea general, hay un saber acumulado producto de la acción y también hay lo viejo que no termina de morir y lo nuevo que no acaba de nacer. Pudiéramos seguir como estamos, un poco en el limbo de lo posible sin que sea nítido para todos, pudiéramos avanzar con paso más firme y mayor celeridad. La experiencia indica que a diario estamos en la disyuntiva de continuar en lo mismo o asumir nuestra cuota de esfuerzo para consolidar cambios profundos. Se viven momentos de crisis, y son las crisis lo que puede hacernos cambiar.
Somos personas exponentes de distintas culturas, con capacidades y características individuales diversas, con aspiraciones no siempre alejadas de lo que más abunda, el lucro, el ego, la desvalorización, los miedos, los límites a la creatividad. Una circunstancia ficticia nos plantea el problema: ser o no ser, antes debemos saber: qué queremos ser.
Hemos avanzado en estos laberintos un lapsus de casi 28 años. Bosquejar un resumen, se puede hacer tomando en cuenta los logros o poniendo el acento en las dificultades, ni uno ni otro daría cuenta exacta de lo logrado ni cuan difícil ha sido llegar a este punto. Siempre hay la posibilidad de que cada nuevo día sea nuestro último día, así como también en los movimientos sociales siempre hay la posibilidad de que se desarrollen hasta su máximo o sea el comienzo del declive. En esta diversidad cada cual está en esa disyuntiva, en cambio el movimiento en sí puede seguir sin nuestra participación.
En este ser y hacer sur, muchos han llegado buscando aquello que necesitan, al no encontrarlo siguen su camino. Quizá los menos siguen persistiendo en que sí podemos hacer la diferencia. Decía Martí que hay muchos hombres sin decoro y hay algunos que reúnen en sí el decoro de todos. Se trata de reunir el decoro de todos y ampliarlo en logros que no terminen en nosotros mismos. Lo sencillo a veces cuesta explicarlo y lo que parece complejo es muy simple.
Se trata de eso y todo aquello posible cuando logremos el desarrollo pleno de las capacidades creadoras del género humano.
Reciba mi abrazo fraterno
Tito Alvarado