@JoakinSalazar
Segundas oportunidades para jóvenes. Reducción de la violencia y la incidencia de esta en jóvenes, es la principal causa de Cáritas El Salvador, que a través de parroquias y comunidades cambia la vida de personas entre las edades de 16 a 25 años, sumando su proyecto a los procesos de prevención de la violencia desde las comunidades.
Víctor Castro, coordinador del proyecto Jóvenes Constructores, dice que esta iniciativa busca reducir la violencia que encierra a comunidades de San Martín, San Luis Talpa y Quezaltepeque, y hasta el momento 96 jóvenes han cambiado sus vidas con el programa.
“Esta es una intervención dirigida a jóvenes que no están estudiando ni trabajando, y viven en una situación de exclusión social bastante fuerte, por lo que se busca es que estos jóvenes tomen la decisión de hacer un cambio en sus vidas, de que ellos vuelvan a estudiar, busquen empleo o que pongan un negocio”, explicó el coordinador.
En total, trabajan 800 horas con los jóvenes, en las que se incluyen diferentes componentes como habilidades para la vida, empleabilidad, emprededurismo, refuerzo educativo, servicio comunitario y capacitación técnica, en total se trabaja seis meses, de estos un mes de prueba y cinco de formación.
Luego de terminar este proceso se incentiva al joven para que retorne a la escuela, buscan un empleo, o ponen un negocio propio a través del emprededurismo; no obstante Cáritas El Salvador continúa monitoreando a los jóvenes, con la finalidad de seguir dando apoyo.
“Lo que vamos buscando es que los chicos desarrollen lo que ellos quieren hacer, no solamente nos quedamos con esta inserción productiva, sino que les ayudamos a que ellos pueden hacer cosas por su comunidad, trabajamos también con sus familiares, lo que hacemos es tratar de potenciar que la chica o el chico decida que es lo que quiere hacer”, agregó Castro.
De igual forma, explicó que en un inicio 397 jóvenes iniciaron el proyecto, sin embargo, por diversos motivos y circunstancias como la violencia o decisiones familiares esta cantidad se redujo a 242 jóvenes, quienes firmaron la carta compromiso para continuar el proceso.
Pese a ello, un total de 113 jóvenes culminaron con el programa, de estos 96 ya cambiaron sus vidas a través de la iniciativa de tomar las riendas de sus vidas, con estudio o trabajo. “No somos un programa que otorga fondos, les enseñamos a los chicos a ahorrar y a partir de esto impulsar sus proyectos que se vuelven emprendedores dinámicos”, aseguró.
Castro agregó que el proceso para la formación de jóvenes no ha sido fácil dado que los colaboradores ingresaron a comunidades de alto riesgo y tratando con opositores directos desde las comunidades a este tipo de proyectos, sin embargo, se han tenido resultados positivos. Actualmente, el proceso continúa en las comunidades de los tres municipios, dado que hay otros seis grupos con 124 jóvenes en formación que siguen el programa, situación que Cáritas de El Salvador esperan seguir creciendo y cambiando vidas de jóvenes salvadoreños.
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