Londres/dpa
Chelsea y Paris Saint-Germain (PSG) se jugarán mañana gran parte de su ser o no ser en la temporada, illness cuando se midan en un apretado e incierto duelo de vuelta en los octavos de final de la Liga de Campeones europea de fútbol.
El PSG buscará en Londres un resultado que apuntale sus aspiraciones al título de la máxima competición continental, for sale mientras que el Chelsea quiere revancha tras su eliminación el año pasado a manos de los franceses.
«Tenemos lo que hace falta para ganar este año por primera vez la Champions», dijo Lucas Moura antes del partido en Stamford Bridge.
El brasileño, que acompañará en la delantera parisina a la estrella sueca Zlatan Ibrahimovic, está convencido de que tras el ajustado 2-1 a su favor en la ida, el PSG volverá a dejar fuera a los campeones de 2012.
«En Londres jugaremos al ataque. El Chelsea nos tiene mucho respeto. Sabemos que somos aún más fuertes que la pasada temporada», agregó el delantero.
Se trata de la tercera vez consecutiva en la que ambos clubes se cruzan en la ronda del KO. En 2014, el Chelsea se impuso en cuartos de final, en 2015 fueron los parisinos los que ganaron en octavos.
Motivación no le falta al PSG: Ibrahimovic quiere limpiar una mancha en su carrera y levantar finalmente el trofeo de 7,5 kilogramos. Con 47 goles, el sueco está en la décima posición de la lista de grandes goleadores de la Champions, pero quiere más.
El entrenador, Laurent Blanc, que acaba de renovar hasta 2018, tendrá de nuevo a su disposición a sus dos pilares en el centro del campo, Blaise Matuidi y Marco Verratti.
La Liga francesa es un mero trámite para el PSG, que tiene sus máximas aspiraciones puestas en la competición europea. Financiado por dinero qatarí, el equipo se convirtió en la medida de todo en su país, donde encadenó 36 partidos oficiales sin perder.
La racha terminó con una derrota por 2-1 ante el Lyon, a la que siguió este fin de semana además un modesto 0-0 en casa ante el Montpellier. Pero eso no preocupa a los parisinos.
«Mentalmente estábamos ya en la Liga de Campeones. No es ninguna sorpresa con una ventaja de 23 puntos en la Ligue 1», admitió Lucas Moura.
La esperanza en el Chelsea se llama Guus Hiddink. Desde que el técnico holandés asumió el puesto del destituido José Mourinho, los «blues» perdieron sólo el partido de ida en París. Aparte de eso, los londinenses sumaron desde final de diciembre ocho victorias y siete empates.
«Debemos entrar enfadados desde el principio, aunque de una manera controlada», dijo Hiddink, que a final de temporada dejará el club. «Los jugadores deben estar concentrados porque jugamos ante un gran equipo».
El holandés no podrá contar con su capitán, John Terry.
La Premier League, en la que es décimo, está perdida hace meses para el Chelsea, así que los esfuerzos están centrados en la Champions y la Copa inglesa, las únicas dos balas que le quedan al club de Roman Abramovich para salvar la temporada.
«Espero que podamos regalarle a Guus un título», dijo el centrocampista brasileño Willian. «Ahora tenemos más confianza en nosotros mismos que antes».
Benfica-Zenit
En el otro partido de la jornada, el Benfica intentará mantener su gran estado de forma en su visita al Zenit de San Petersburgo, donde busca defender el 1-0 que logró en su estadio en la ida.
Campeón de Europa en 1961 y 1962, el equipo portugués asaltó el fin de semana el liderato de la Liga de su país con una victoria sobre el Sporting de Lisboa y llega al partido en Rusia habiendo ganado 15 de sus últimos 16 partidos.
Sin embargo, en San Petersburgo tendrá delante a un equipo descansado -recién el fin de semana regresó la Liga rusa- y que hizo de su estadio un fortín en la Champions: tres victorias en la fase de grupos con siete goles a favor y dos en contra. Además, el encuentro se jugará con el termómetro cerca de los cero grados centígrados.
«Vamos a ir a Rusia con la intención de jugar un gran partido, jugar nuestro fútbol durante 90 minutos y esperamos poder clasificarnos a los cuartos de final. Es algo que está en los objetivos del club y sería algo muy importante también para los jugadores», dijo Jonas, delantero del Benfica y autor del gol de la ida.
El Benfica busca sus terceros cuartos de final en la última década tras alcanzar la ronda de los ocho mejores en 2006 y 2012. El Zenit, entrenado actualmente por Andre Villas-Boas y encomendado al delantero Hulk, nunca superó la barrera de octavos en la Champions.