Diario Co Latino
El movimiento “Un pueblo, un producto”, impulsado por el gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, es un importante factor para la dinamización y crecimiento de la economía local y nacional que despliega con fuerza el espíritu emprendedor de los salvadoreños en una gran ruta de oportunidades.
Autoridades, empresarios exitosos y representantes de países como Japón, China Taiwán y Luxemburgo que apoyan estas iniciativas, confirmaron con sus experiencias esa afirmación durante el programa Casa Abierta este sábado 21 en la ex Residencia Presidencial.
El Presidente destacó que Un Pueblo, Un Producto es un movimiento que promueve el desarrollo económico del país y especialmente de los territorios y nuestros pueblos, nacido de las experiencias de Japón y las demás naciones adecuadas a la realidad salvadoreña.
“Este programa tiene una visión fundamental, que es apostarle al crecimiento y al desarrollo económico de un país”, afirmó.
Explicó que en el país es esencial la cultura, la educación, la salud, pero un pueblo sin capacidad productiva, de generar su riqueza, se limita en su desarrollo pleno e integral.
“Por eso –subrayó-, el desarrollo económico es una de las apuestas de mi gobierno. Nosotros queremos un país productivo, que genere empleo, oportunidades, para nuestra población”.
El Presidente Sánchez Cerén señaló que Un pueblo, un producto es un movimiento que une, de alianzas, con un propósito fundamental: “llevar bienestar a las personas y mejorar la calidad de vida de las familias”.
La expansión y logros del movimiento en favor del desarrollo de los municipios y las comunidades fueron resaltados en el programa Casa Abierta por varios empresarios.
“Un pueblo, un producto ha sido la chispa de fuego que El Salvador necesitaba para desencadenar esa explosión productiva que nos va permitir construir sueños colectivos y que nos lleven a diversas partes del mundo”, manifestó Jiuber Cruz, propietario de la empresa Tla-Cuilo de artesanías con semillas en San Vicente.
Para Richard Morán, un empresario del café, en su municipio, Apaneca, el programa ha caído como el agua fresca que reverdece las plantas.
“Yo vengo de un sector que es bien complicado, el café, que en muchos años estuvo destinado a una argolla, vamos a decirlo así, pero el movimiento nos abrió los ojos a los micro y pequeños empresarios”, aseguró.
Para Sofía Amaya, exitosa productora de hortalizas en Jiquilisco, el movimiento es también una escuela de todo lo que se puede avanzar con los recursos de cada municipio. “La filosofía de Un pueblo, un producto es eso, aprender a valorar, a desarrollar la economía con lo que tenemos, con lo que poseemos nosotros”, dijo.
En San Vicente, otra emprendedora empresaria, Grecia Cruz, se ha abierto camino en el mundo de los vinos, jugos y mermeladas con su empresa Chentío.
Grecia Cruz agradeció al presidente Sánchez Cerén y al gobierno el desarrollo del movimiento Un pueblo, un producto “porque es la mejor alternativa para que nosotros como empresarios salgamos adelante y al mismo tiempo mejoremos la vida de cada uno de los pobladores”.
Jorge Ortiz es de San Lorenzo, donde 350 productores han hecho del jocote y el loroco dos productos que simbolizan a ese pueblo y generan, con la producción de derivados y el turismo, unos 6 millones de dólares de ingresos anuales al municipio.
El empresario Jiuber Cruz destacó que esos éxitos no fueran posible “sin el apoyo del Gobierno Central, de los Gobiernos Municipales, de la cooperación, sin el apoyo de todo ese equipo técnico que está trabajando alrededor de estas iniciativas”.
Iliana Rogel, directora de la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE), señaló que este programa pasó de tres municipios participantes en 2010 a 82 en la actualidad.
Señaló que Un pueblo, un producto está incluido en el Plan Quinquenal de gobierno y la meta es que en 2019 sean 100 los territorios beneficiados con esta estrategia de desarrollo económico territorial que contribuye al buen vivir de las personas.
El Presidente Sánchez Cerén y los representantes de los gobiernos de Japón, Taiwán y Luxemburgo ratificaron su respaldo al programa.
“Vamos a seguirles apoyando y a buscar recursos para, no solo con la cooperación, sino también con recursos propios, seguir fortaleciendo este programa”, subrayó el Gobernante.