Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Solamente estamos pidiendo que se nos reconozca, tomando como base el derecho natural que como pueblos indígenas tenemos”, dijo Betty Pérez, dirigente del Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño (CCNIS) en el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena.
La Red de Mujeres Indígenas de El Salvador y el Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño (CCNIS) presentaron su campaña nacional relacionada a la prevención y erradicación de todos los tipos de violencia que enfrentan a diario la mujer indígena en el país, denominada “Mujeres Indígenas Viviendo sin Miedo y en Paz”.
Al realizar un recuento sobre la situación de la población indígena en el país, Pérez afirmó que cuentan con una declaración que reconoce que tienen “derecho a una participación plena y efectiva”, cuando se implementan planes, políticas o programas de desarrollo. Y que es obligatorio que el Estado salvadoreño y toda su institucionalidad los consulte sobre tales disposiciones.
“Es un derecho que tenemos y el Estado cuando elabora o ejecuta políticas o cuando se aprueban medidas legislativas o administrativas, tienen que consultarnos. Así que es urgente que la Asamblea Legislativa pueda escuchar la voz de las organizaciones indígenas que venimos del territorio”, acotó.
Cada 5 de septiembre se conmemora el “Día Internacional de la Mujer Indígena”, que tiene como objetivo exhortar a los Estados parte de Naciones Unidas a generar acciones, políticas o programas vinculados con la protección de los derechos humanos de los pueblos originarios, los que se encuentran en diversos instrumentos como: el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre los Pueblos Indígenas y Tribuales (OIT) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
En cuanto a la población indígena, Pérez, comentó que se han quedado con los datos del Censo Nacional VI de Población y Vivienda del año 2007, que expresa que la masa de población indígena en el país es el 17%, cuya distribución geográfica fue identificada en: Pueblo Lenca, en los departamentos de Usulután, San Miguel, Morazán y La Unión; el Pueblo Kakawira, en los departamentos de Morazán y el Norte de La Unión, y el Pueblo Nahua Pipil en los departamentos de Sonsonate, Ahuachapán, Santa Ana, La Libertad, San Salvador, Cuscatlán, San Vicente y La Paz.
“Desgraciadamente, por el racismo y discriminación y por invisibilizar y exterminar técnicamente a los pueblos indígenas no se publicó mediáticamente. Sin embargo, esos datos fueron entregados a los pueblos indígenas por la cooperación internacional en un acto que realizó posteriormente y por esto se logró verlos publicados”, recordó Pérez.
La situación de marginalidad y exclusión histórica de los Pueblos Indígenas en el país se encuentra vigente. Datos de una investigación del FIDA (Oficina Pueblos Indígenas) dan cuenta que para el año 2017, la familia indígena, en 38,3%, vivía en “extrema pobreza”.
Mientras, un 61.1% lo calificaron sobre la “línea de pobreza” y solo un 0,06% resultó que pudieron cubrir sus “condiciones básicas de vida”, que concuerdan con los reportes del Banco Mundial (2003). Para el 2009, este mismo organismo internacional financiero estimó además, que el 37,8% de la población vivía en condiciones de pobreza.
“El Plan Nacional de Pueblos Indígenas es también importante, pero queremos que sepan que hemos presentado una reforma a algunas leyes secundarias, ante la Asamblea Legislativa para que la comisión de Justicia y Derechos Humanos pueda recibirnos. Ya pedimos 2 audiencias y nos han sido negadas, no sabemos por qué?”, manifestó.
“Sabemos que luchamos contra una idea paternalista en el abordaje de los derechos de los Pueblos Indígenas, en donde el Estado es el que determina que es lo que debe hacerse. Quizás, no lo hacen de mala intención pero es por el desconocimiento de los derecho del Pueblo Indígena que históricamente se nos ha negado”, indicó, Pérez.
Mientras, Juana Heriberta Cruz, de origen kakawira, de Chilanga, Morazán, señaló que la campaña y concienciación era muy importante para la mujer indígena, así como conocer de primera mano cuales son estos derechos a su libertad de expresión cultural y saberes ancestrales. Lo anterior implica el derecho a su soberanía, a decidir lo que convenía a sus pueblos.
“Por mucho tiempo nos han sido negados los derechos a nuestros pueblos, pero nosotros tenemos muchas iniciativas en nuestros territorios de como mantener nuestra cultura, mantener nuestras raíces y saber de dónde venimos. Cuidamos a nuestra madre tierra y trabajamos en un Observatorio de los Derechos de las Mujeres Indígenas con respecto a la violencia que sufrimos las mujeres y no solo las indígenas, sino que todas las mujeres”, manifestó Cruz.
La pandemia del Coronavirus y la subsecuente cuarentena obligatoria por más de cinco meses en el año 2020, impactó también la economía de los pueblos indígenas. “Nuestros derechos se vieron violentados porque no nos dejaban salir ni a comprar nuestros alimentos y muchas familias sufrieron hambre porque no pudieron obtener alimentos.
Otros tuvimos la oportunidad con el apoyo de CCNIS, que gestionó y pudimos tener alimentos, sabemos que las mujeres tenemos una amenaza, pero como mujeres indígenas, sabemos que no nos pueden detener frente a nuestros derechos”, puntualizó Cruz.