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Iván Escobar
Alas 9 de la mañana de este 21 de diciembre de 2021 se cumplió el cierre de un ciclo de vida, de acuerdo a la tradición ancestral, con ello se dio paso al comienzo de un nuevo amanecer. Es así que las poblaciones indígenas en El Salvador celebraron con mucho optimismo el solsticio de invierno, en espera que el año venidero les traería buenas vibras.
La Asociación de Consejos de Pueblos Originarios de Cuzcatan (ACOPOC) convocó a una ceremonia para esta fecha, en la cual se agradeció a los cuatro elementos del universo: Fuego, Aire, Tierra y Agua, por las bondades recibidas durante el ciclo que concluye. Además, se recordó que en esta fecha 21-12-2021, el sol estaría más lejano del hemisferio norte, teniéndose así el día más corto, y generando la mayor energía sobre el planeta.
“Para nosotros este día estamos comenzando un nuevo ciclo en este nuevo año, es como que hoy fueran las 12 de la noche del 31 de diciembre… se empieza un nuevo tiempo”, explicó Apantumac, guía espiritual del consejo, y quien encabezó la ceremonia celebrada este martes en el sitio sagrado ubicado en el cantón Rosario El Tablón, del municipio de Tenancingo, departamento de Cuscatlán.
La actividad fue organizada por el Consejo de Guías Espirituales Nahuat-Pipil (COGENPI), ACOPOC y ANISTED. A la misma asistieron personas particulares, familias de la zona, representantes de otras comunidades indígenas, y representantes de colectivos como la Asociación Azul Originario, la Asociación de Arte y Cultura para el Desarrollo Social (As-Arte), entre otros que trabajan en la promoción y difusión de las tradiciones de nuestras poblaciones indígenas.
El COGENPI tiene representación al mismo nivel de ACOPOC, por ahora se cuenta a escala nacional con: el Consejo de Santa Catarina Masahuat, que es inicial; luego nacieron el Consejo de Apulo, el Consejo de Cuyultitán, el Consejo de Tenancingo, y últimamente se creó el Consejo Metropolitano, que tiene representación de poblaciones indígenas de la zona metropolitana de San Salvador.
Con esta ceremonia las poblaciones indígenas agradecen por la vida al gran creador transformador y a la gran madre tierra por todo lo otorgado en el año que está cerrando, y se pide protección, sabiduría y bienestar espiritual y material para el que inicia.
Traspaso de mando
En el marco de la celebración del solsticio de invierno, y como fecha única en los tiempos, Nantzin Guadalupe o “Chicuace Natzin uan ume peltzin” anunció a los presentes su decisión de entregar su vara al tata Tit kuat, guía espiritual, quien asume a partir de esta fecha la conducción del Consejo.
Nantzin Guadalupe en 2001 recibió su bastón que le acredita como “guía espiritual” y como fundadora del Consejo Espiritual en 2010, en una ceremonia que tuvo lugar en el Cerro El Cusuco, además, ha formado a otras personas en conocimientos ancestrales y lengua original. Actualmente el Consejo está integrado por ella, y los guías espirituales: Tit Kuat, Apantumac y Kuaujti pelne kujtan.
“A este momento mi vitalidad no es la que tenía en el 2000, por lo tanto he decidido entregar el cargo que he ostentado por 11 años, al hermano tata Tit kuat, quien en antigüedad continúa”, expresó en la ceremonia. La nana ha cumplido 73 de edad, y antes de recibir su vara pasó 20 años, en proceso de formación y aprendizaje, hoy deja el cargo con los guías que formó en estos años.
De inmediato, Tit kuat asumió el compromiso públicamente y aceptó su nueva responsabilidad. “Me comprometo a continuar el trabajo como pueblos originarios de Cuscatan, a continuar el trabajo en el fortalecimiento de nuestra identidad”, remarcó.
De esta forma, el Consejo continúa su labor, y tienen como finalidad además fortalecer y dejar nuevos guías encaminados a preservar las tradiciones ancestrales.
La ceremonia concluyó con un espacio de compartir y aprendizaje en comunidad, disfrutando del espacio sagrado y la naturaleza del lugar.
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