Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Por décimo año, el Ministerio de Turismo (MITUR) celebró el festival “Pueblos Vivos”, una estrategia que ha logrado transformar los municipios por medio del turismo, gastronomía, cultura e historia.
José Napoleón Duarte, titular del MITUR, dijo que este año se contó con 50 estands de oferta turística, 60 puestos de artesanías y gastronomía, 24 empresas del Registro Nacional de Turismo y 30 experiencias vivenciales distribuidos en la plaza Morazán, plaza Gerardo Barrios y plaza Libertad, en el centro de la capital.
“Se decidió hacerlo en el Centro Histórico de San Salvador porque está Catedral Metropolitana y para que los turistas pudieran visitar la ruta de Monseñor Romero. Cada pueblo tiene su propia esencia, tiene una historia inagotable y está el estrechamiento vinculado con su patrimonio y costumbres”, externó el funcionario.
Para Duarte, este es un evento sin precedentes, donde se busca que los salvadoreños conozcan las tradiciones de los municipios y potenciar su desarrollo económico y social. A lo largo del año el MITUR innovó con los festivales regionales en la zona occidental, central y oriental, lo que incrementó el número de turistas en el país.
Hasta octubre de 2018 se tiene el 10.4 de crecimiento en turistas que visitaron El Salvador, que ha permitido mejorar los niveles de competitividad, empleo, ingreso y calidad. A lo largo de 10 años Pueblos Vivos ha sido un efecto multiplicador para la economía salvadoreña, que permite producir más de $1,200 millones al año, siendo el tercer rubro dinamizador de la economía en el país.
“Desde 2009 que iniciamos con Pueblos Vivos el objetivo ha sido estimular los municipios mediante la sostenibilidad del sector turístico, el desarrollo de las mipymes y la generación de empleos. Iniciamos con 56 municipios, hoy somos 256 participantes en este festival”, enfatizó Duarte.
La celebración de los 10 años de Pueblos Vivos contó con diferentes eventos artísticos y culturales, villas turísticas, quema de pólvora, alboradas, gastronomía y artesanías provenientes de todo el país. Donde destacó un canopy de 200 metros a un costado de Catedral Metropolitana, así como la hamaca más larga del mundo, que mide 7 metros de ancho y 60 metros de largo, elaborada por jóvenes del cantón Llano Grande, Concepción Quezaltepeque, Chalatenango.
Según las proyecciones del MITUR, cerca de 50 mil personas asistieron al festival de Pueblos Vivos, una de las características principales es que los diferentes establecimientos se unieron a la campaña de reducción de plástico, a fin de promover un turismo sostenible.
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