BALI, Indonesia/Xinhua
El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, sostuvieron este lunes, en el balneario indonesio de Bali, un franco y profundo intercambio de opiniones sobre temas de importancia estratégica en las relaciones China-Estados Unidos y en torno a los principales asuntos mundiales y regionales. Los siguientes son algunos de los puntos más destacados de su primera reunión cara a cara desde que Biden asumiese la presidencia de EE. UU. en 2021.
REENCAUZAR LAS RELACIONES CHINA-EE. UU.
Xi señaló que el estado actual de las relaciones entre China y EE. UU. no responde a los intereses fundamentales de los dos países y sus pueblos, ni concuerda con la expectativa de la comunidad internacional. China y EE. UU. deben tomar una actitud de responsabilidad por la historia, por el mundo y por el pueblo, explorar la manera correcta de llevarse bien en la nueva era, reencauzar sus relaciones al rumbo correcto y recuperar la vía del crecimiento sano y estable en beneficio de los dos países y del mundo en su conjunto.
POLÍTICAS DOMÉSTICAS Y EXTERIORES ABIERTAS Y TRANSPARENTES
Xi apuntó que las políticas domésticas y externas del Partido Comunista de China (PCCh) y del Gobierno chino son abiertas y transparentes, con intenciones estratégicas claras y de gran continuidad y estabilidad.
Xi dijo que China se mantiene firme en la búsqueda de una política exterior independiente y de paz, siempre decide su posición y política según lo justo y lo erróneo de cada caso, y aboga por la resolución pacífica de disputas a través del diálogo y la consulta. China se compromete a profundizar y ampliar las alianzas globales, salvaguardar el sistema internacional con las Naciones Unidas en su núcleo y el orden internacional basado en el derecho internacional, y construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad.
Xi destacó que China seguirá adhiriéndose al desarrollo pacífico, abierto y de ganancias compartidas como un participante y promotor del desarrollo global, y buscará el desarrollo común con todos los demás países.
NO AL JUEGO DE SUMA CERO
Xi enunció que las relaciones entre China y EE. UU. no deben ser un juego de suma cero en el que uno gana o prospere a expensas del otro. Los respectivos éxitos de China y EE. UU. suponen oportunidades, en lugar de retos, para el otro. El mundo es lo suficientemente grande para que los dos países se desarrollen y prosperen juntos. Las dos partes deben formar una percepción acertada de las políticas domésticas y externas y las intenciones estratégicas de cada uno. Las interacciones entre China y EE. UU. deben definirse por el diálogo y la cooperación de ganancias compartidas, no por la confrontación y la competencia de suma cero.
Xi exhortó a que las dos partes deban respetarse mutuamente, coexistir en paz, buscar una cooperación de beneficio mutuo y trabajar juntos para garantizar que las relaciones China-EE. UU. avancen por el rumbo correcto sin perder dirección ni velocidad, ni mucho menos choques entre sí.
Xi señaló que acatar las normas básicas de las relaciones internacionales y los tres comunicados conjuntos China-EE. UU. es de vital importancia para que las dos partes manejen las diferencias y los desacuerdos y eviten la confrontación y el conflicto, y de hecho es el barandal y la red de protección más importante para las relaciones bilaterales.
Xi explicó que siempre hay competencia en el mundo, pero la competencia debe basarse en aprender unos de otros para ser mejores y progresar juntos, no de derrotar a otros en un juego de suma cero.
PRIMERA LÍNEA ROJA
Xi enfatizó que la cuestión de Taiwan está en el núcleo mismo de los intereses centrales de China, es la base del fundamento político de las relaciones entre China y EE. UU., y constituye la primera línea roja que no se debe traspasar en los nexos chino-estadounidenses. Xi afirmó que cualquiera que busque separar a Taiwan de China violará los intereses fundamentales de la nación china y el pueblo chino absolutamente no permitirá que eso suceda.
ASPIRACIÓN COMÚN DE LA HUMANIDAD
Xi señaló que la libertad, la democracia y los derechos humanos son tanto la aspiración común de la humanidad como el anhelo inquebrantable del PCCh. Igual que EE. UU. tiene una democracia al estilo estadounidense, China tiene una democracia al estilo chino, ambas se ajustan a sus respectivas condiciones nacionales. La democracia popular de proceso completo que se practica en China se basa en la realidad, la historia y la cultura del país, y refleja la voluntad de la gente.
Xi subrayó que China y EE. UU. son dos grandes países con diferentes historias, culturas, sistemas sociales y caminos de desarrollo. Ha habido y seguirá habiendo diferencias entre los dos países. Tales diferencias no deberían convertirse en un obstáculo para el desarrollo de sus relaciones.
INTERESES COMUNES EN CRECIMIENTO
Xi advirtió que iniciar una guerra comercial o una guerra científico-tecnológica, levantar muros y barreras, e impulsar forzosamente el desacoplamiento y la interrupción de cadenas de suministro van en contra de los principios de economía de mercado, socavan las reglas del comercio internacional y no corresponden a los intereses de nadie.
Xi manifestó que la parte china se opone a la politización y la armamentización de los intercambios en materia económico-comercial y científico-tecnológica.
Xi añadió que bajo las actuales circunstancias, los intereses comunes entre China y EE. UU. han aumentado, en vez de reducirse. Es de interés común y fundamental prevenir los conflictos y la confrontación y lograr la coexistencia pacífica. Las dos economías están profundamente integradas y ambas enfrentan nuevas tareas de desarrollo. Es de su interés común beneficiarse del desarrollo del otro.
RESPONSABILIDAD COMPARTIDA PARA LAZOS CONSTRUCTIVOS
Biden felicitó a Xi por su elección como secretario general del Comité Central del PCCh. Como dos grandes países, EE. UU. y China tienen la responsabilidad de mantener una relación constructiva.
Biden reafirmó que una China estable y próspera es buena para EE. UU. y el mundo, y aseguró que su país respeta el sistema de China y no busca cambiarlo. EE. UU. no busca una nueva Guerra Fría, no busca revitalizar las alianzas contra China, no apoya la “independencia de Taiwan”, no apoya conceptos como “dos Chinas” o “una China, un Taiwan”, y no tiene intención de tener un conflicto con China. Tampoco tiene intención de buscar el “desacoplamiento” con China, de detener el desarrollo económico de este país o de contenerlo.
Biden aseveró que el Gobierno estadounidense está comprometido con la política de una sola China. No busca utilizar la cuestión de Taiwan como una herramienta para contener a China y espera ver la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwan.
SITUACIÓN EN UCRANIA
Xi expresó que, ante una crisis global y compuesta como la actual de Ucrania, es importante reflexionar con seriedad sobre tres puntos. Primero, en un conflicto o una guerra no hay ganadores; segundo, no hay soluciones simples a una problemática complicada; y tercero, hay que evitar la confrontación entre los grandes países. China apoya y espera una reanudación de las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, y al mismo tiempo desea que EE. UU., la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea lleven a cabo diálogos integrales con Moscú.
MANTENER CONTACTOS REGULARES
Xi y Biden calificaron su reunión de profunda, franca y constructiva. Instruyeron a sus respectivos equipos para que sigan de inmediato e implementen los importantes consensos alcanzados entre ellos y emprendan acciones concretas destinadas a reencauzar las relaciones China-EE. UU. a la vía del desarrollo estable.
Los dos presidentes acordaron seguir manteniendo contactos regulares.