Proyecto Cultural sur internacional
Hoy llega a su fin este homenaje a los 28 años de un movimiento que nos trasciende y se arma con el aporte de todos. Luego ha de venir un tiempo de silencia. Silencio creativo he de revisar todo mis libros para ponerlos a disposición de quien quiera leerlos, terminar la saga llamada Rebervereos, terminaré el primer borrador de Memoria del Barro, poemas sugeridos en nuestra estadía en Ecuador y preparamos el periplo por El Salvador, Guatemala, Nicaragua y el sur de México.
En doce años, cuando el Movimiento Sur cumpla cuarenta años se habrá cruzado el punto del no retorno. Simple y crudo nada indica que estemos cambiando la forma de relacionarnos, por más que exista conciencia y trabajo en pro de ello, pero al no existir cambios de fondo, todo se vuelve agua entre los dedos. Hay que armarse de razones de vida y continuar la marcha.
Este año se ha producido un milagro, hemos sido capaces de enviar un primer borrador del programa FIP Palabra en el mundo a mediados de mayo, luego se agregan muchos otros y recién pudimos enviar el programa final definitivo cuando mayo terminaba. Pronto comenzaremos los preparativos para una XIV versión. Me asiste la esperanza de sumar eventos y superar lo logrado.
Notamos una ausencia de quienes debieran ser el motor. El movimiento Proyecto Cultural Sur ha estado presente siempre, ahora con un notorio y preocupante descenso, interesante sería saber qué pasa ¿somos hojas al viento o somos el viento?, ¿somos el producto de nuestras circunstancias o hacemos con nuestras circunstancias un producto nuevo?, ¿qué es lo que no se logra entender?
Lo simple se hace complejo y muchas veces lo complejo se explica de manera simple. Vivimos en un medio voraz, las ciudades son casi toda una selva, llena de peligros y llamados de falsos amigos. Lo nuestro es hacer la diferencia, por lo mismo les llamo a aquilatar la envergadura de una acción universal. Imaginemos cuando sea posible unir a más de cien países, realizar en un mes unas cinco mil acciones poéticas, movilizar a veinticinco mil poetas y artistas, llegar a casi todo el planeta… Pero en esencia no se trata de cifras, se trata de mover sentimientos, vibrar en conciencia, coordinarnos no para un evento, sino para una actitud permanente en concordancia con las necesidades de la vida.
A partir de mañana y hasta el 21 de septiembre dedicaré, sagradamente, una parte de mi tiempo a plantar árboles. Les invito a hacer lo mismo, por amor al arte, por amor a la vida.
Un abrazo pleno de energía suave
Tito Alvarado