Por Pascale Trouillaud/Stuart Williams
Estambul/Ankara/AFP
Altos mandos militares turcos que servían con la OTAN en Afganistán fueron detenidos el martes en Dubái, lo que extiende al extranjero la purga masiva iniciada en Turquía tras el golpe de Estado fallido del 15 de julio.
Los dos generales se encontraban de camino a Turquía, donde debían ser interrogados al igual que una conocida periodista, detenida de madrugada en un control de carretera al oeste del país y que deberá comparecer en Estambul para saber si se confirma su detención.
La caza de brujas lanzada por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan contra el «virus» de la rebelión, imputada al predicador exiliado en Estados Unidos Fethullah Gülen, provoca una gran inquietud tanto dentro como fuera de Turquía.
Más de 13.000 turcos han sido puestos en prisión preventiva tras el golpe fallido contra el régimen y que dejó 270 muertos.
El general Mehmet Cahit Bakir, comandante de las fuerzas turcas en Afganistán -unos 500 hombres- y el general de brigada Sener Topuc fueron detenidos en el aeropuerto de Dubái, anunció un responsable de la AFP bajo condición de anonimato.
Estas detenciones son fruto de la colaboración entre los servicios de inteligencia turcos y los Emiratos Árabes Unidos, informó la agencia progubernamental Anadolu.
«Estaban siendo transferidos a Turquía esta mañana», añadió Anadolu a propósito de los dos generales que ocupaban puestos elevados, según el sitio de la OTAN, en la misión «Apoyo Decidido», dedicada a entrenar y aconsejar a las fuerzas de seguridad afganas.
Anadolu anunció igualmente que el exgobernador de Estambul Husein Avni Mutlu había sido detenido preventivamente en el marco de la investigación tentacular sobre el golpe de Estado.
Figura de primer orden del mundo de los medios en Turquía, Nazli Ilicak también fue detenida el martes. Ilicak forma parte de los 42 periodistas con órdenes de detención emitidos el lunes.
Ocho de ellos ya han sido detenidos, además de Ilicak, una experiodista del diario gulenista Zaman, Hanim Büsra Erdal, según Anadolu.
También otras figuras conocidas de los medios están en el punto de mira, como el comentarista Bulent Mumay y el redactor jefe de Fox TV en Turquía, Ercan Gun.
«Es triste e inaceptable», declaró a la AFP Turgay Olcayto, presidente de la Asociación de periodistas turcos.
‘Pequeño cambio institucional’
Paralelamente a esta ofensiva contra los medios y el ejército, Erdogan se reunió el lunes, en un raro gesto de unidad política, con responsables de la oposición tras la cual el primer ministro anunció que «los principales partidos estaban preparados para comenzar a trabajar en una nueva
Constitución».
Primero habrá «un pequeño cambio» constitucional. «El trabajo está en marcha», dijo sin dar otras precisiones Binaly Yildirim tras el encuentro entre el presidente y el líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), Kemal Kiliçdaroglu, y el del Partido de la Acción Nacionalista (MHP, derecha), Devlet Bahceli.
La actual Constitución fue elaborada tras el golpe de Estado de 1980 y el gobierno llama a su revisión para instaurar el sistema presidencial con el que Erdogan sueña para reforzar su poder.