Moscú/Prensa Latina
La operación militar especial fue una medida forzada y es necesario estar agradecidos al Ejército ruso, declaró el jueves el presidente de Rusia, Vladímir Putin, durante una rueda de prensa.
El mandatario recordó que su país no busca agudizar el conflicto en Ucrania, sino poner fin a una guerra que comenzó en 2014, tras un golpe de Estado instigado desde el extranjero, y del cual Occidente no quiere hablar, expresó.
Ese año el Gobierno que alcanzó el poder en Kiev comenzó una guerra contra una parte del pueblo ucraniano, que se considera perteneciente al mundo ruso y no se puede ir contra la voluntad del pueblo, afirmó el presidente. El objetivo prioritario de Moscú es proteger a las personas que se consideran parte del pueblo y la cultura rusos, declaró Putin.
Estados Unidos está involucrado desde hace mucho en los procesos del espacio postsoviético e instituciones de aquel país ya trabajaron en Ucrania durante la época de la URSS, recordó el mandatario.
Y tras el colapso de la Unión Soviética, Estados Unidos logró dividir a rusos y ucranianos, así que Rusia fracasó en este sentido, a pesar de todos sus esfuerzos para evitarlo, afirmó Putin, quien agregó que gracias al apoyo norteamericano extremistas nacionalistas llegaron al poder en Kiev.
Todo eso provocó que tomáramos la decisión de las operaciones que iniciamos a finales de febrero de este año, señaló el jefe de Estado.
Antes y después del 24 de febrero pasado, Rusia puso mucha esperanza en que funcionaran los acuerdos de paz sobre Ucrania después de 2014, pero ahora resulta que la engañaron, señaló Putin.
También quisiera recordar, añadió el mandatario, que “todos los conflictos armados terminan, de un modo u otro, con algún tipo de negociación por vía diplomática, y a ello nunca nos hemos negado. Son los dirigentes ucranianos los que se han prohibido a sí mismos negociar».
Mas adelante Putin acotó que la diferencia entre Rusia y sus oponentes radica en el hecho de que el sistema militar-industrial ucraniano está totalmente anulado o a punto de serlo, y pronto no les quedará ninguna base propia, mientras tanto, las capacidades del Ejército ruso siguen creciendo.
El gobernante enfatizó en que los recursos militares de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no están al borde del agotamiento, pero sus arsenales de armas soviéticas están llegando a su fin, ya que Rusia los destruyó casi por completo en Ucrania.
El jefe de Estado se refirió a la decisión de desplegar sistemas de misiles Patriot en Ucrania, ante lo cual afirmó que las Fuerzas Armadas de su país también eliminarán esas armas, por lo que el enemigo tendrá que desarrollar nuevos sistemas, lo cual lleva mucho tiempo y recursos.