Moscú/AFP
El presidente ruso, ed Vladimir Putin, instó el miércoles a los separatistas prorrusos a postergar el referéndum de independencia de Donetsk y retiró sus tropas de la frontera con Ucrania tras reunirse con el presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
«Nos dijeron constantemente que el despliegue de nuestras tropas en la frontera con Ucrania preocupaba», señaló Putin, quien explicó que los soldados se encuentran ahora «en los campos de entrenamiento», donde «llevan a cabo sus ejercicios habituales».
El encuentro entre Putin y el presidente de la OSCE, el suizo Didier Burkhalter, parece haber dado sus primeros frutos.
Tras la reunión, el dirigente ruso se refirió además en rueda de prensa a las próximas citas electorales en Ucrania, desgarrada entre un poder central nacionalista y proeuropeo y unas milicias prorrusas que no reconocen a estas autoridades.
«Pedimos a los representantes del sureste de Ucrania que aplacen el referéndum previsto el 11 de mayo para crear las condiciones de diálogo necesarias», declaró Putin, quien instó a un diálogo directo entre las autoridades de Kiev y los representantes prorrusos «para alcanzar un
compromiso».
Los rebeldes prorrusos convocaron el 11 de mayo un referéndum sobre la «declaración de independencia» de la autoproclamada república de Donetsk, región próxima a la frontera con Rusia.
Sobre la próxima elección presidencial anticipada en Ucrania al 25 de mayo, que Moscú había considerado como «absurda» mientras duren los enfrentamientos, el presidente ruso rebajó su postura.
«Me gustaría insistir en que la elección presidencial prevista en Kiev, si bien es un paso en la dirección correcta, no decide nada si todos los ciudadanos de Ucrania no entienden cómo se protegerán sus derechos después de la celebración de los comicios», añadió Putin.
Burkhalter había reclamado el día ante un «alto el fuego» para poder celebrar esta elección presidencial, al tiempo que insistía en seguir el acuerdo diplomático cerrado el 17 de abril entre Ucrania, Rusia, la UE y Estados Unidos que finalmente quedó en papel mojado.
Para Londres, la cancelación de la presidencial del 25 de mayo sería «un golpe tremendo a la democracia».
El canciller ruso, Serguei Lavrov, acusó horas antes del encuentro a los europeos de ignorar el «fascismo» en auge en Ucrania, en referencia a las autoridades interinas de Kiev y a sus apoyos.
«Lo que ocurrió en Odesa el 2 de mayo es fascismo puro», aseveró el ministro, refiriéndose al incendio en la Casa de los Sindicatos que el viernes le costó la vida a 42 personas, en su mayoría militantes prorrusos.
Estas declaraciones se intensifican a medida que se acerca la celebración en Rusia del triunfo sobre el nazismo el 9 de mayo.
En Ucrania, donde los prorrusos se hicieron con más de 10 ciudades en el este del país, el gobierno de Kiev envió su ejército a una de ellas, Slaviansk, para tratar de recuperarla.
El FMI desbloquea ayuda
Del lado económico, Ucrania acaba de recibir un primer préstamo de 3.190 millones de dólares como parte del plan de asistencia de 17.000 millones adoptado a fines de abril por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En Slaviansk, epicentro de los enfrentamientos entre prorrusos y fuerzas regulares ucranianas, se escucharon disparos con armas pesadas y ráfagas de fusiles automáticos la madrugada del miércoles.
«Esta mañana hubo combates en los puntos más calientes», confirmó a la AFP la portavoz de los insurgentes prorrusos, Stella Jorocheva. «Los nazis no se detienen con nada».
La bandera rusa, que ondeaba desde hace semanas en el ayuntamiento de Slaviansk, ya no era visible este miércoles de mañana.
El gobierno de Kiev dijo haber matado en esta operación a más de 30 rebeldes. Pero también ha sufrido al menos nueve bajas, y perdido tres helicópteros de asalto, abatidos por los separatistas.
El magnate ucraniano Petro Poroshenko, candidato a la presidencia ucraniana, defendió este miércoles el uso de «la fuerza» contra los separatistas prorrusos, a los que no dudó en calificar de «terroristas».
Según Hague, las fuerzas ucranianas no están combatiendo sólo contra separatistas prorrusos, sino contra las mismas fuerzas especiales que Moscú envió a Crimea antes de su anexión en marzo.
Por otro lado, el líder histórico de los tártaros de Crimea, Mustafa Djemilev, al que Rusia le impide entrar en la península, fue nombrado ganador del Premio Solidaridad recién creado por Polonia.
El galardón le será entregado en Varsovia el 3 de junio en presencia de varios jefes de gobierno y de Estado, como el norteamericano Barack Obama, precisó la cancillería polaca.