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Vladivostok / AFP
El presidente ruso Vladimir Putin recibe a partir de este lunes a su homólogo chino y a los primeros ministros de Japón y Corea del Sur para entablar conversaciones dominadas por el problema nuclear con Corea del Norte.
La reunión ocurre en un momento en que el histórico impulso diplomático protagonizado por Donald Trump parece estancado.
Una semana antes de la tercera cumbre intercoreana en cinco meses a realizarse en Pyongyang, el presidente chino, Xi Jinping, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, así como el primer ministro surcoreano, Lee Nak-yeon, participarán en el Foro Económico del Este, desde el 11 al 13 de septiembre en Vladivostok, en el Extremo Oriente ruso.
Si bien este encuentro refleja el deseo del Kremlin de forjar vínculos diplomáticos y económicos más estrechos con Asia en un contexto de crisis permanente con Occidente, también permitiría al presidente ruso hacer un balance sobre los actores clave en el asunto norcoreano tras el espectacular acercamiento entre Donald Trump y Kim Jong Un.
Apartado de este proceso, Putin también invitó a Vladivostok al líder norcoreano, que hasta ahora nunca visitó Rusia.
Pero Kim Jong Un «no podrá desplazarse debido a su apretada agenda en septiembre y a las próximas conversaciones intercoreanas», dijo la presidenta de la Cámara alta del Parlamento ruso, Valentina Matvienko, añadiendo que de cualquier manera se espera a una delegación de Corea del Norte.
Abe será el primero en mantener conversaciones con Putin el lunes de noche, centradas en «fortalecer la cooperación económica y comercial», pero también para hacer «un intercambio de puntos de vista sobre la situación en la península coreana», según la misma fuente.
Las conversaciones con Xi Jinping, por su parte, están programadas para el martes y con Lee Nak-yeon el miércoles.
Shinzo Abe, Xi Jinping y Lee Nak-yeon viajarán a Rusia una semana antes de la tercera cumbre entre los líderes de las dos Coreas, prevista para los días 18 y 20 de setiembre en Pyongyang.
Seúl está buscando reavivar el impulso diplomático que desembocó en una histórica cumbre, el 12 de junio en Singapur, entre Kim Jong Un y el presidente estadounidense Donald Trump.
Entonces, ambos líderes lograron un compromiso muy vago sobre una «desnuclearización completa de la península de Corea», cuyas modalidades y cronograma quedaron postergados para próximas negociaciones.
