Moscú/dpa
Medio año después de la llegada de Donald Trump al poder, el presidente estadouniense y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se reunirán el viernes personalmente por primera vez coincidiendo con la cumbre del G20 en Hamburgo (Alemania), informó hoy el Kremlin.
Según el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, está planeado que los mandatarios mantengan un exhaustivo encuentro bilateral.
El asesor presidencial ruso Yuri Ushakov apuntó el lunes que Putin pretendía abordar con Trump sobre todo la lucha contra el terrorismo internacional. También se espera que hablen sobre temas como Siria, Ucrania o el control armamentístico.
Durante los últimos meses se había especulado sobre el lugar y el momento en que se celebraría ese primer encuentro. Pero no fue hasta el pasado viernes cuando se confirmó desde ambas partes que habría una reunión al margen de la cumbre del G20 que se celebra el viernes y sábado en Hamburgo.
La relación entre Rusia y Estados Unidos atraviesa actualmente el mayor momento de tensión desde hace décadas, entre otras cuestiones debido a la supuesta injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre pasado.
También subió el tono recientemente en relación con el conflicto en Siria, sobre todo después del ataque con misiles que lanzó Estados Unidos contra una base militar siria a principios de abril. Trump lanzó la ofensiva en respuesta a un supuesto ataque químico del que culpó al Ejército sirio. Moscú, aliado del presidente sirio Bashar al Assad, niega que fuese obra de las Fuerzas Armadas sirias.
En un primer momento se confió en que la llegada de Trump a la Casa Blanca ayudase a mejorar las ya tensas relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Pero tras el ataque de Washington en Siria, Trump aseguró que estas se encuentran en su peor momento.
El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, confió recientemente en que este primer encuentro sirva para aclarar la situación de las relaciones entre las dos potencias.
«Yo personalmente espero encarecidamente que se imponga el pragmatismo», dijo Lavrov, que considera que la política global depende en gran medida de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos.
«Lo más importante es que alcancemos una etapa normal en nuestras relaciones», añadió el jefe de la diplomacia rusa, para el que cualquier otra cosa sería un gran error.