Carlos Burgos
Fundador
Televisión educativa
En junio de este 2014 me encontré con el licenciado Rafael Rodríguez Díaz, see poeta, for sale filósofo, ensayista y catedrático universitario, en la Casa del Escritor de Los Planes de Renderos. Don Lito sería el conductor de un Seminario Taller sobre Géneros Literarios: Épica, Drama, Lírica, Novela y Ensayo.
De entrada nos pidió que en una página escribiéramos el tema: ¿Qué es para mí la Literatura?, y se lo entregaríamos el siguiente sábado. Por la noche puse manos en la computadora, y redacté lo siguiente:
Considero a la literatura en dos vertientes: la literatura estética o artística y la literatura científica.
Con ambas he tenido alguna relación.
En bachillerato cursé Literatura y leí La Ilíada, La Odisea, La Eneida, El Mío Cid, El Quijote de la Mancha y otras de la literatura universal. La literatura científica la leí en libros de Física, Psicología, Matemáticas,
Literatura… Después, en la Escuela Normal Superior me gradué de profesor de Física y Matemáticas para Educación Media. Leí libros con énfasis en las ciencias. Escribí textos didácticos para alumnos de institutos y normales.
Ya en la Universidad de El Salvador leí literatura de las Ciencias Sociales, sobre todo en separatas. Una formación separatista, decían algunos, porque acumulábamos tercios de separatas, pero también leímos libros completos sobre Comunicaciones, Periodismo, Metodología de la Investigación, Cine, Televisión otros. En las investigaciones nos pedían consultar la literatura del tema para estructurar el marco teórico.
Como docente universitario escribí módulos sobre Comunicaciones, Metodología de la investigación,
Televisión, Cinematografía, Innovaciones educativas y otras asignaturas.
Además, comprendí que la literatura estética es un área del conocimiento con un objeto de estudio, una metodología y un sistema teórico, por lo tanto es una ciencia social en constante evolución. Retomé la lectura de obras de literatura, no muchas, prefería las escritas en prosa, no lo hacía como entretenimiento sino para cambiar de actividad y obtener algún nuevo conocimiento sobre la vida.
Me retiré después de 55 años de servicio docente en las aulas de todos los niveles del sistema educativo.
Y comencé a deambular por talleres literarios para aprender a escribir literatura estética. Jacinta Escudos asegura que nadie aprende a escribir en talleres porque escribir es algo innato. Entonces me ausenté unos meses de los talleres. Pero he sido terquito y regresé.
En su taller de Escritura Creativa, Mauricio Vallejo Márquez advirtió que mi PROSALEGRE podría gustarle a los lectores y me asignó una columna en el Suplemento Cultural 3000 de Diario Co Latino, se publica los sábados. Ya cumplí más de cuatro años con unas 250 prosalegres.
Cierto día, me encontré con Josefina Pineda de Márquez, excompañera de la Escuela Normal Superior quien estudió Lenguaje y Literatura, y me dijo:
–Bueno, Carlos, ¿por qué escribes si tú eres de Física y Matemáticas y no de Literatura?
–No debes extrañarlo. Ernesto Sabato fue Físico y catedrático, y después, gran literato argentino – reímos.
–Siempre te leo.
Mis lectores me han retroalimentado: se entretienen con estas prosas, aprenden algún dato histórico, reviven hechos casi olvidados, amplían conocimiento sobre algún evento, y quieren más información sobre ciertos puntos mencionados.
Hoy, para mí, la literatura es un proceso viviente que implica multipropósitos acerca del conocimiento de la vida humana, y se construye a través del dominio de los géneros literarios, para expresarse en un todo armónico.
Después que don Lito leyó mi escrito, anotó lo siguiente: «Se nota en tu escrito el dominio del oficio».
¡Guaoo…! Ya tengo otro oficio. Y prosiguió: «Me encantaría que en este taller tuviéramos fotocopias
de algunas prosalegres y que las leyeras». Otra vez ¡guaoo…!