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Eugenio J. Ríos
Lo dicen sin ruborizarse, es más lo repiten desde los diputados a los dirigentes: “Arena es la única opción que puede sacar a El Salvador de la situación en que se encuentra”, ver para creer, los cuatro nefastos regímenes areneros abandonaron la agricultura, fomentaron la desintegración familiar y nunca apoyaron a la población con programas sociales.
Los dos gobiernos del FMLN heredaron un clima de intolerancia con una creciente ola de criminalidad y violencia, un enorme déficit fiscal, no existían planes concretos para disminuir la extrema pobreza, el analfabetismo y la vulnerabilidad del territorio nacional, tampoco programas de reforestación.
La cobertura en salud no cubría todo el país, por cierto una de las primeras medidas tomadas por el gobierno del FMLN fue abolir las mal llamadas cuotas voluntarias que se pagaban en los hospitales y unidades de salud por consulta externa y tener derecho a exámenes de laboratorio.
El Salvador, al igual que otros países de Centro América y Sudamérica, afronta muchos problemas, no contamos con materia primas, las importaciones son superiores a las exportaciones, por lo tanto la balanza de pagos es deficitaria, pero siempre nos las arreglamos para superar esta situación.
Las inversiones internacionales y nacionales también son muy pocas; pero con la actual administración se han instalado en el país nuevas fábricas, centros comerciales y bancos, además de la ampliación de muchos negocios, con la creación de más empleos y la oportunidad para los jóvenes y recién egresados de las universidades.
El problema de la inseguridad está siendo afrontada con mucha decisión, responsabilidad y eficiencia por la Policía Nacional Civil (PNC) y el apoyo de unidades selectas de la fuerza armada, los crímenes, las extorsiones y otros delitos han venido a la baja de acuerdo con estadísticas de las autoridades.
Las medidas extraordinarias aprobadas por la Asamblea Legislativa y los ejes contemplados en el Plan El Salvador Seguro, han producido excelentes resultados, lo mismo el despliegue de unidades especiales de la PNC y la fuerza armada en municipios considerados de alta conflictividad.
Los pandilleros han abandonado muchas de las comunidades donde mantenían sus actividades delictivas, se han desplazado hacia otras regiones e, inclusive a la zona fronteriza con Honduras, hasta donde son perseguidos por los cuerpos policiales, de hecho también se ha contado con la colaboración de autoridades hondureñas.
Los dirigentes del partido Arena, así como sus patrocinadores, lejos de colaborar en el combate a la delincuencia y el crimen organizado, se han opuesto a aprobar partidas especiales para continuar con los programas de erradicación de las pandillas, el narcotráfico y el contrabando.
Sus apuestas van dirigidas a que el gobierno fracase en sus planes, lo mismo festejan por las dificultades financieras atravesadas por el gobierno para cumplir con muchas de sus atribuciones, de hecho hay un atraso en el pago del FODES a las alcaldías para cumplir con sus funciones.
El gobierno del FMLN lejos de llorar sobre la leche derramada, busca opciones para superar las dificultades, como el establecer un IVA diferenciado para artículos de lujo, incluyendo vehículos y yates. Así ha ocurrido con otros programas como la creatividad para continuar construyendo una moderna red de carreteras en el país.
