Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
Quizás las discusiones más importantes en la fe resulte de: ¿Qué no sabemos de la religión?, sales find puesto que si suponemos conocer todo -catecismo-, prostate las conclusiones son dogmáticas, generic pero usualmente cuando reconocemos no saber todo, existen elementos que enriquecen nuestra vida y quizás de las poblaciones. El tema se torna bastante complicado puesto que las religiones no son únicas, sino que bajo el amparo de los nominaciones monoteístas se esconden cientos o miles de diferencias entre los creyentes, así surgen sectas en cada esquina con profetas armados o desarmados que aseguran ser “los ungidos” ni más ni menos que por Dios, cualquiera que sea su filiación de fe. ¿Qué significa optar por una religión y si los miembros de otras religiones se interesan en conocer a los otros? Usualmente pertenecer a una fe es rechazar inmediatamente a cualquier otra, veamos en nuestra nación, existe el cristianismo, todo el mundo se llama cristiano, ¿pero se reúnen en los mismos lugares?, ¿tienen los mismos dirigentes?, ¡NO!, ni siquiera las mismas biblias; sus posiciones sobre los aspectos de la realidad se parecen más a enemigos mortales que a “hermanos en Cristo”, nadie se preocupa por los improperios que lanzan algunos dirigentes contra dogmas de sus adversarios cristianos, puesto que alimentan una fiera segregación con fronteras violentas sobre el Antiguo o Nuevo Testamento; la interpretación del diezmo es motivo de estigmatizaciones… el pobre mortal que difiera del tema es discípulo del diablo; no se rinden cuentas sobre ese impuesto cobrado a los fieles, a pesar que es una transacción comercial, tampoco existe fiscalización de los balances anuales o mucho menos el destino del dinero que usualmente termina en los dirigentes más poderosos, etc., el colmo de este escenario es el alarde de poder, cuando algunos de éstos dirigentes posan con armas de guerra en las redes sociales, si éstas son nuestras realidades, ¿qué esperamos de otras religiones tan lejanas de Medio Oriente?, la ignorancia de las religiones nos lleva al fanatismo, existe ese germen de violencia hacia “los otros”, el tema del fanatismo islámico se convierte en signo de guerra, puesto que en Medio Oriente combaten y no con dialéctica retórica, sino a balazo limpio. Del fenómeno del terrorismo islámico -que no representa a todo el Islam- conocemos sus horrorosos eventos, ahí los motivos del odio contra el cristianismo no tienen límites; en Malí (África) se reporta que recitar los versos del Corán se convirtió en pasaporte a la vida, mientras tanto las armas escalaron en la muerte de inocentes. Una solución a este avatar debe ser una institución multinacional de creencias religiosas similar a las Naciones Unidas, que construya un Tribunal de Fe que dignifique a la humanidad en lugar de provocar la guerra y el odio, ahora se necesita un pronunciamiento mundial contra el fanatismo terrorista a nombre de todas las religiones, al menos así estará claro que una religión no alienta a los profetas armados o los estafadores disfrazados de Hijos de Dios que solo sirven a su Señor Satán o Don Dinero. También necesitamos un Tribunal de Fe que predique la paz entre nosotros y al menos evite que los fieles sean víctimas de fraudes a nombre de Dios.
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