Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
El resultado vale tres puntos, pero la Azul dejó serias dudas en su debut en Copa Oro. La escuadra cuscatleca se impuso apenas 1-0 a una selección de Curazao que puso resistencia y complicó en demasía.
El Salvador firmó un primer acto para el olvido, quizá hasta vergonzoso. La armada de Carlos De Los Cobos no solo jugó en cámara lenta, sino que dio un concierto desafinado al momento de tocar el balón.
Tanto erró en el pase el cuadro cuscatleco, que resulta hasta inexplicable se haya ido al descanso con ligera ventaja; pero así fue, en el último suspiro, Nelson Bonilla aprovechó un “pispileo” de la zaga caribeña y colocó el 1-0.
El tanto del ariete nacional, asistido por Óscar Cerén, justo al cierre del primer tiempo, fue una “puñetazo” injusto para la escuadra caribeña, que pese a su fútbol precario, le bastó presionar arriba para poner contra las cuerdas a la Azul.
Tan insolvente se vio El Salvador que, 4-1-4-1 dibujado por De Los Cobos sobre el césped del Independence Park, de Kingston, Jamaica, debió jugar en su propia parcela y eso provocó escasez en ofensiva. Esta vez, no ofrecieron su mejor versión las duplas Cerén-Tamacas; Jiménez-Alas por las bandas, tampoco el “Ruso” Flores fue compañía idónea para Darwin Cerén y Narciso Orellana en la tómbola central.
De ahí, la hinchada cuscatleca debió esperar casi media hora para ver actuar al meta Eloy Room, hasta el disparo de Jiménez, que había sido espectador de lujo.
Henry Hernández, en cambio tuvo que salir con apremio en un par de ocasiones y si no vio perforada su cabaña, fue porque Leandro Bacuna llegó con “tortícolis” y las dos jugadas claras que tuvo de cabeza las remató desviadas.
El Salvador, sin embargo, supo pegar con poco, justo cuando se jugaba el minuto del tiempo añadido Óscar Cerén se hizo de un trazo largo y metió el balón en profundidad para Bonilla, que con remate cruzado venció a Room.
El complemento ofreció la misma película y si acaso hubo una leve mejoría en el guión de la Azul, que falló menos en los pases y pudo matar al rival con las pocas llegadas que consiguió en las piernas del “Ruso”, Juan Carlos Portillo, que entró casi al final del juego, y el mismo Bonilla que volvió a poner a prueba a Room.
La llegada más peligrosa, no obstante, la generó la “Cabrita” Portillo que estrelló un zurdazo en el poste de los caribeños.
Curazao, por su parte, mantuvo su presión sobre la cabaña de Hernández, pero no pudo generar lo necesario ni siquiera para conseguir el tanto de la paridad.
Así, El Salvador debutó con pie derecho en Copa Oro y mantuvo su paternidad sobre Curazao, que ha perdido cinco partido y ha empatado tres en las ocho ocasiones en las que ha enfrentado a la Azul.