Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derechos (FESPAD) hizo público su análisis de las recientes elecciones presidencial y legislativas, bajo el título ¿Quién ganó el 4 de febrero?, en la cual, cuestiona la falta de respuestas a la situación que actualmente vive el país.
“Esa es una interrogante que no encuentra respuesta en las urnas de votación, tampoco en el discurso de Nayib Bukele desde el balcón del Palacio Nacional, y menos aún, en el estropeado proceso de recuento que realiza el Tribunal Supremo Electoral”, sostuvo la fundación.
“Será permanente la polémica sobre el verdadero nivel de simpatía que lograron las personas contendientes en el proceso electoral”, señala, al considerar que, debido a los múltiples cuestionamientos al mismo que inició con la candidatura del actual presidente Nayib Bukele.
FESPAD también trajo a cuenta la modificación de las reglas electorales e institucionales, y el pésimo papel del TSE, que considera se encuentra en todos los aspectos que incluye los más importantes a realizar como el conteo de votos y proporcionar los resultados de “manera precisa y oportuna”, como dicta la ley electoral.
“El recuento de votos no será capaz de establecer quién ganó o perdió el 4 de febrero, tampoco qué se ganó o perdió. Únicamente definirá la simpatía hacia una u otra persona o partido político. Y es que, la campaña electoral careció de la presentación y discusión de propuesta política sistemática sobre la sociedad que pretende construir desde el ejercicio del poder o por lo menos, propuestas concretas ante los principales problemas del país”, indicó.
“El Escrutinio definitivo poco a nada dirá sobre qué significa ello para el rumbo de El Salvador. Tampoco le dará certeza a quienes asuman el gobierno sobre el nivel de apoyo con el que contarán las medidas que impulsen, pues jamás figuraron en la campaña”, acotó FESPAD.
Sobre la oposición, indicó FESPAD, no “pudo construir y promover una propuesta útil “para el evento electoral o que trascendiera más allá, de una plataforma programática y marcar una “Hoja de Ruta”, frente a la población.
En cuanto al tema de la “seguridad pública”, FESPAD fue enfática al comentar que fue el “único tema presente” en la campaña electoral del presidente Nayib Bukele, que en las encuestas lo conceptuaron como “el principal actor político y predilecto”. No obstante, expresó, que no sólo la seguridad “engloba todos y cada uno de los problemas históricos del país”. Y consideran que este es el único “tema presente” en los últimos 20 años, que se ha convertido en una “moneda de cambio” para obtener un respaldo electoral como lo hizo el actual presidente Nayib Bukele para un próximo quinquenio.
“Las personas ganadoras o perdedoras del 4 de febrero no deben buscarse en las urnas, sino en la revisión de la gestión pública, no solo de las actuales autoridades sino de quienes les precedieron”, agregó.
“Solo así podrá entenderse para dónde está avanzando nuestra institucionalidad y lo que implica para la vida de la población en materia de economía, igualdad, salud, alimentación, educación, empleo, vivienda, medio ambiente, participación, transparencia e inclusión, justicia y todos los aspectos ausentes en las narrativas electorales a pesar de ser fundamentales para lograr una vida digna”, reiteró.
La FESPAD advirtió que el 4 de febrero se “abrió un nuevo ciclo político en El Salvador, tan incierto como el resultado mismo de las votaciones”, por lo que consideraba un reto importante la “construcción de una institucionalidad que responda a los intereses de las amplias mayorías”, al expresar que más que “un ideal debe atenderse como una necesidad práctica para la convivencia” y así poder canalizar conflictos sociales de manera asertiva y funcional.
“Si bien el recuento no nos dirá quién ganó o perdió el 4 de febrero, si debe ser objeto de reflexión de cara a promover la construcción de una ciudadanía informada, propositiva, capaz de identificar y exigir sus derechos, a los responsables de garantizarles, así como las acciones necesarias para empujar a la administración pública hacia ello”, reiteró FESPAD.