Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Durante la misa de resurrección en la Cripta de Catedral Metropolitana, se reflexionó sobre el mensaje de Monseñor Oscar Anulfo Romero, él afirmó que quien con la fe puesta en el resucitado trabaje por un mundo más justo, reclame contra las injusticias del sistema actual, los atropellos de una autoridad abusiva, los desórdenes de los hombres explotando a otros, todo aquel que luche desde la resurrección del gran libertador, sólo ése es un auténtico cristiano.
En su momento, San Romero dijo que la iglesia no puede ser sorda ni muda ante el clamor de millones de hombres que gritan liberación y oprimidos de mil esclavitudes; la verdadera libertad a buscarse, es la que Cristo ya inauguró en esta tierra al resucitar y romper las cadenas del pecado, la muerte y del infierno.
“La resurrección tiene que dar al hombre valentía, entereza, lejos de toda cobardía el cristiano tiene que estar como Cristo dispuesto a dar su cara ante los perseguidores; y con la serenidad de un cordero que es llevado al matadero esperar también en el sepulcro de su martirio la hora en que Dios glorifica; no es la hora que los hombres señalan, es la hora de un Dios que es el único que nos puede salvar”, aseguró el obispo mártir.
Asimismo, enfatizó que a la luz del resucitado la iglesia presenta el rostro de Cristo paciente, aún expuesta a que la escupan, latiguen y difamen, pero en su corazón, lleva la esperanza y gran misión encomendada por Jesucristo, de anunciar su resurrección a todo el mundo.
“Hombres de nuestro tiempo, angustiados de tantos problemas, desesperanzados, en Él desahoguemos nuestras penas, preocupaciones, angustias y en Él pongamos nuestras esperanzas. El es todo para la humanidad, es la fuente de la felicidad, el ungido con el Espíritu de Dios tiene en su aspecto humano y glorioso la respuesta para todos los hombres”, sostuvo San Romero.
Mientras tanto, Juan Francisco Cartagena, párroco de Catedral Metropolitana, expresó en la misa del Domingo de Resurrección que la alegría de la pascua debe inspirar a remover las piedras de la vida y ponerse en camino para encontrar el sepulcro vacío porque Cristo está vivo, a los hombres ha hecho pasar del pecado a la libertad; de la esclavitud a vivir como hijos de Dios libre.
Con la procesión y misa de resurrección, la iglesia católica concluye las actividades de Semana Santa, y celebra la más grande de las fiestas, cuando Jesús triunfa sobre el mal y la muerte, al retornar victorioso luego de ser crucificado.
En la celebración eucarística del Domingo de Resurrección se enciende el Cirio Pascual, que permanecerá encendido por 50 días, tiempo de la Pascua.