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¿QUIÉN PUEDE EVITAR EL FRAUDE EL 3 DE MARZO?

Licenciada Norma Guevara de Ramirios

Al constatar que el 4 de febrero el partido de gobierno fue capaz de hacer un descarado fraude, muchas personas se preguntan si vale la pena ir a votar el 3 de marzo. La respuesta obligada es que sí vale la pena.

La frontera de las trampas empieza en nuestra participación y vigilancia, en nuestra capacidad de indignación y denuncia, por eso fue correcta la conducta del FMLN y de los partidos NT, VAMOS Y ARENA, de interponer demandas de nulidad, independientemente de la respuesta negativa dada por el Tribunal Supremo Electoral.

Los informes y denuncias de los observadores de Alemania, de EEUU, de la OEA, de los observadores nacionales, los reportes de los medios de comunicación y de los activistas de redes sociales son elocuentes.

Demuestran que se impuso en las Juntas Receptoras de Votos (JRV) gente afín al partido oficial, desplazando a los asignados por sorteo y a los propuestos por los partidos opositores.

Quedó demostrado que el escrutinio preliminar que debían practicar las JRV, fue boicoteado por la falta de papel, por fallas en la transmisión y por manipulaciones del sistema informático que duplicaba o triplicaba los votos.

Quedó claro que, al dar tardíamente la instrucción de hacer a mano el escrutinio preliminar, la gente agotada y sin papel y sin buenos teléfonos no podía tener copias con las cuales por ley debían contrastarse actas originales enviadas al TSE, o recogidas por la fiscalía, eso mueve a dudar de la validación que se hizo del escrutinio final de votos por la presidencia de la República.

Quedó demostrado, que al no haber escrutinio preliminar confiable había que contar voto por voto, pero las cajas habían estado extraviadas un largo tiempo, sin control de las JEM, de las JED y del TSE. ¿Cuáles son y donde estuvieron los verdaderos votos?

Cientos de las cajas que abrieron tenían boletas sin señal de dobleces y estaban marcadas con plumones, que no iban en los paquetes que las JRV recibieron en la mañana. ¿Cómo no pensar que fueron manipuladas?

Había JRV con cero votos para el FMLN en la votación de diputados, pero que en la de presidente de esa misma JRV sí había votos para el FMLN.

Se convirtió el “recuento” en algo atropellado, validado como escrutinio preliminar y final al mismo tiempo, sin el rigor de la acreditación de vigilantes de los partidos, sin cotejar padrones, con criterios de reclasificar votos cuando convenía al oficialismo, pero no si era favorable a la oposición.

Nadie puede negar el atropellamiento de las barras móviles de nuevas ideas, apoyados en muchos casos por la policía y algunos fiscales.

No se publicaban los datos. Sin condiciones para que cada partido cotejara sus resultados y presentara sus reclamos al TSE y, hasta la misión de la OEA reconoce, en su informe, que el Tribunal no controló ese evento y que fue arrebatado por activistas del partido oficial.

Será imposible saber a ciencia cierta cuántos votos emitió la ciudadanía por cada partido y por cada candidato, el fraude impide creer en las cuentas oficialmente presentadas por el Tribunal Electoral.

El partido que tenía la confianza de la mayoría, con sus abusos, evidenció que su “triunfo” está envuelto en descrédito por haber acudido a prácticas antiguas, propias de la vieja dictadura oligárquico militar del siglo pasado.

Si sabemos qué hicieron el 4 de febrero, se trata hoy de preparar la vigilancia ciudadana para evitar que eso se repita el 3 de marzo, y de exigirle al Tribunal que en esta ocasión asuma la responsabilidad que la ley le impuso.

En esas condiciones, el papel de los vigilantes de los partidos de oposición y, especialmente de los y las del FMLN, fue fundamental para evidenciar el fraude ante el país y el mundo; allá quien teniendo ojos, se niegue a ver esta realidad.

Felicito a todas y todos los que cumplieron este rol en representación del FMLN, en los centros de votación y en el escrutinio. Fueron valientes y prudentes, fueron solidarios y responsables, le guste o no al oficialismo, ellos fueron artífices del destape de las irregularidades.

En el momento de lucha, como la vivida en un escrutinio, se conoce quién es quién, y se hacen notorias las ausencias y la cobardía.

Para el 3 de marzo el TSE debe corregir sus omisiones, debe impedir ser suplantados por un partido.

Y la ciudadanía, habiendo conocido lo malo que ocurrió, debemos acudir no solo a votar, sino a vigilar que se cumpla la ley y se respete la voluntad popular.

Me corresponde votar en San Salvador Centro y lo haré por la bandera del FMLN y por Simón Paz, sé que sabe gobernar.

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