San José/Prensa Latina
Muchos costarricenses se preguntan hoy ¿Quién será el próximo presidente de Costa Rica?, pues descartan la posibilidad de una continuidad del gobernante Partido Acción Ciudadana al frente de los destinos del país cuatro años más.
La interrogante también parte de que ninguno de los 25 candidatos presidenciales -considerada una cantidad demasiado alta para una población de poco más de 5,1 millones de habitantes y 3,5 millones de votantes- cuenta hoy con una intención de voto ni cercana al 40 por ciento necesario para ganar en primera vuelta.
Ni los tres aspirantes a la primera magistratura de este país para el período 2022-2026 llegan siquiera a la mitad de ese porcentaje para imponerse el domingo, en las que serán las primeras de las tres elecciones presidenciales y legislativas de este año en América Latina, por delante de las previstas en Colombia y Brasil.
Lo que si dan por seguro analistas políticos, basados en las encuestas de opinión es que el Partido Acción Ciudadana (PAC) no conseguirá un tercer mandato consecutivo en Costa Rica, pues a tres días de los comicios su candidato presidencial, Welmer Ramos, no supera ni el uno por ciento de la preferencia de los electores ticos.
En 2014, el aspirante presidencial por el PAC, Luis Guillermo Solís, se impuso en el balotaje de ese año y dirigió esta nación hasta 2018, cuando lo sucedió su correligionario, Carlos Alvarado, quien también ganó en segunda vuelta, a la cual pasó de forma imprevista, porque tres días antes de la primera ronda marchaba en quinto lugar de la intención de voto.
Pero volvamos al panorama previo a los comicios generales del próximo domingo, para los cuales están convocados poco más de 3,5 millones de ticos con derecho al sufragio para escoger al presidente, dos vicepresidentes y los 57 diputados a la Asamblea Legislativa, quienes ejercerán sus cargos en el período 2022-2026.
Si aceptamos los resultados de las más diversas encuestas de opinión que vaticinan un balotaje entre los dos candidatos que obtengan la mayor cantidad de votos válidos, el Partido Liberación Nacional, con el expresidente (1994-1998) José María Figueres, sería uno de los que debe pasar a esa segunda ronda.
Pero, muchos ni siquiera se atreven a asegurar la presencia de Figueres en los comicios definitivos del 3 de abril venidero, debido a la existencia de un 31,7 por ciento de indecisos, que irán a votar, pero todavía no saben por quién marcar su papeleta. Esa cantidad de electores que decidirán en estas horas restantes o en el mismo momento de sufragar pudiera dar al traste con los pronósticos de analistas y consultas pre-elección, aunque la mayoría coinciden en que la sorpresa estaría siempre entre los seis aspirantes que marchan al frente de la preferencia de los votantes.
Ellos son, en ese orden, después de Figueres, la candidata por el Partido Unidad Social Cristiana, Lineth Saborío; del Partido Nueva República, Fabricio Alvarado; del Partido Progreso Social Democrático, Rodrigo Chaves; del Partido Frente Amplio, José María Villalta; y del Partido Liberal Progresista, Eliécer ‘Eli’ Feinzaig.
De ellos seis, solo una victoria de Villalta podría sumar a Costa Rica a la lista de naciones de América Latina que cuentan con gobiernos de izquierda -aunque con muchos matices-, una tendencia apreciada en las más recientes elecciones presidenciales en la región.
Otro fantasma que se cierne sobre los comicios generales es la pandemia de Covid-19, pues en este momento este país está en el pico más alto de la cuarta ola, provocada por la variante Ómicron del SARS-CoV-2, mucho más contagiosa que todas las anteriores.
Aunque los expertos estiman que ello afectará poco en la tradicional vocación tica de acudir a las urnas, lo cierto es que el abstencionismo ha ido subiendo en los últimos procesos electores y en 2018 llegó a un 35 por ciento.
Para evitar un incremento de esa ausencia a los comicios, el Tribunal Supremo de Elecciones acordó que las personas positivas o con síntomas sugestivos de la enfermedad no constituyen impedimentos para ir a sufragar.
Por lo pronto habrá que esperar por los resultados de las urnas el domingo, cuyo primer informe preliminar anunciará el Tribunal Supremo de Elecciones a las 20:45 hora local de ese día, poco después del cierre de las seis mil 676 juntas receptoras de votos, previsto para las 18:00 hora local.
Entonces sabremos si habrá vencedor en primera vuelta o los electores ticos tendrán que volver a las urnas el 3 de abril para decidir entre los dos con mayor cantidad de votos válidos quién gobernará este país los próximos cuatro años y, lo más importante, ¿quiénes serán esos dos contendientes?
Tal vez lo que resuma la incertidumbre existente hoy ante el proceso electoral más inusual en la historia democrática nacional provino de Ronald Alfaro, coordinador de la encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica, quien sentenció «hay mucho dinamismo, lo del domingo es impredecible».