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Eugenio J. Ríos
El alcalde Norman Quijano continúa abusando de la paciencia de los capitalinos, viagra sale su discurso no es nada conciliador ni sus proyectos van encaminados a solucionar los añejos problemas como el desorden y la suciedad en el centro, rx la inseguridad en las plazas públicas y la desesperante acumulación de basura.
Por cierto, cheap el Ministerio de Medio Ambiente (MARN) y hasta Salud Pública han sido demasiados tolerantes al no aplicar las sanciones respectivas por ese gran foco de contaminación en la planta de transferencia (?) conocida como Aragón, donde se han acumulado más de tres mil toneladas de basura.
Las 19 comunidades alrededor de ese foco de infección han soportado estoicamente los malos olores, la proliferación de moscas y de seguro han resistido con valentía las amenazas permanentes de dengue y altas fiebres por la presencia del zancudo transmisor del chikungunya.
El MARN hace tiempo debería haber presentado una demanda ante la Fiscalía General de la República (FGR) para obligar a la municipalidad capitalina a retirar las toneladas de desechos sólidos, se trata de preservar la salud de los habitantes y contribuir a la limpieza de las comunidades.
Las emergencias sanitarias se producen la mayoría de veces por la presencia y propagación de vectores, así como por el azote de fenómenos naturales; pero también por la irresponsabilidad de las mismas autoridades como es el caso del concejo municipal de San Salvador encabezado por el inoperante Quijano.
No se trata sólo de la desesperante acumulación de basura en la planta de transferencia Aragón, los desechos sólidos se pueden observar diariamente en el centro capitalino y en la mayoría de comunidades, barrios y colonias del gran San Salvador, donde no parece haber un plan integral para la recolección y la limpieza.
El MARN debe exigir al inodoro Quijano presentar en el menor tiempo posible un estudio sobre impacto ambiental no sólo para informar sobre la recolección diaria de más de 600 toneladas de basura producidas en la capital, sino de un plan integral para mantener orden, seguridad y limpieza en toda la zona metropolitana.
Quijano, aseguró en su campaña electoral que construiría rellenos sanitarios para solucionar los “graves” problemas de la acumulación de la basura, hasta la fecha las promesas se las llevó el viento y nada más en forma atropellada la alcaldía fue acumulando los desechos sólidos en la planta de transferencia Aragón.
Además, la Ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Lina Pohl, ha dicho que en San Salvador no “hay tierras y no se puede construir un relleno sanitario a 400 metros del perímetro de un centro poblacional”, como ha propuesto en anodino alcalde capitalino.
Además de los serios problemas de desorden, suciedad, acumulación de basura, aumento exagerado de las tasas municipales, existen calles y avenidas de barrios y colonias totalmente deterioradas, ya no son pequeños hoyos sino enormes cuevas con la amenaza permanente para peatones y vehículos.
El incoloro Quijano no cuenta con ningún plan o medida estratégica para reparar esas importantes arterias de la capital y por el contrario de forma abusiva responsabiliza al Ministerio de Obras Públicas, cuando las competencias para cada institución están claramente definidas.
Las elecciones están a la vuelta de la esquina y los capitalinos tendrán la oportunidad brindada por la democracia para elegir nuevas autoridades y llevar a la silla edilicia a funcionarios competentes y responsables que den rápida y efectiva solución a problemas añejos de San Salvador.
