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Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Norman Quijano, presidente de la Asamblea Legislativa, anunció ayer un tercer paquete de “medidas de austeridad” dentro del congreso salvadoreño, que bien podrían interpretarse como despidos injustificados. El parlamentario días atrás dio a conocer el despido de más de 140 empleados de ese órgano de Estado, contratados en los últimos seis meses de la legislatura anterior.
En esta ocasión Quijano expuso tres medidas que a su juicio sanearán las arcas del congreso salvadoreño, en primer lugar la supresión de varias oficinas departamentales de esta institución. Cabe destacar que en la actualidad son 13 oficinas de este tipo en todo el país.
“Hemos decidido buscar la forma más eficiente de reducir la red de oficinas departamentales de la Asamblea Legislativa, en un principio se pensó que fueran regionales, es decir, una en cada zona del país, pero se desnaturalizó tanto que hasta en Santa Tecla hay una, llegamos a 13 sedes”, dijo el parlamentario.
Según Quijano, este proyecto nació gracias a un financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), organismo que corrió en un principio con los gastos tanto de remuneraciones como de operatividad de las oficinas, pero al finalizar el mismo, la Asamblea Legislativa asumió los costos y con el tiempo esto se volvió insostenible.
“Esto representa una erogación solo en remuneraciones de 3 millones 503 mil dólares al año, a parte de los cánones de arrendamiento que suman $293 mil 117 anuales y no incluimos aún pago de servicios básicos, gasolina y carro para el coordinador de la sede”, explicó Quijano.
Otra de las justificaciones que el diputado presidente dio para la eliminación de las oficinas departamentales legislativas es la cantidad de empleados con que cuentan, ya que según mencionó, en un principio se estableció que cada una de ellas contara con un equipo de 10 trabajadores y en la actualidad esas cantidades son rebasadas.
“Probablemente nos quedemos con cuatro sedes que sean regionales con recortes de personal en ellas. Si seguimos como hasta hoy, la Asamblea se convertiría en una institución financieramente insostenible”, sostuvo el parlamentario.
Según documentos expuestos por el presidente del Primer Órgano del Estado, 258 personas laboran en las oficinas departamentales y al reducirlas y recortar plazas la mayoría perdería su empleo.
Las otras dos medidas que complementan el paquete anunciado por Quijano son: la reducción en los llamamientos de diputados suplentes y la promoción de un decreto de retiro voluntario para empleados legislativos.
En el caso de los diputados suplentes, los jefes de fracción tendrán la labor de controlar que quienes reciban llamamientos tengan plaza en la institución, esto para que no cobre por sustituir al propietario.
Respecto de los trabajadores que se acojan al retiro voluntario Quijano manifestó que se les respetarán sus derechos.
El legislador mencionó que en los próximos días se dará más información sobre estas disposiciones.
