Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Norman Quijano, presidente de la Asamblea Legislativa, ordenó la
eliminación de más de 150 plazas de empleados de las oficinas departamentales de ese órgano de Estado. Con esta acción el parlamentario violó el acuerdo alcanzado en una reunión sostenida ayer con líderes sindicales de la institución, luego de que estos cerraran las instalaciones del congreso por más de tres horas.
En la negociación con el Sindicato de Trabajadores de la Asamblea Legislativa (SITRAL), el diputado presidente junto a Alberto Romero, primer vicepresidente de ARENA, se comprometieron a parar los despidos, respetar las plazas de empleados con fuero sindical, discapacitados, mujeres en cinta o que se encuentren amamantando.
Quijano también aceptó crear una mesa de negociación para revisar cada uno de los casos de los despedidos, algo que quedó sin efecto luego que la mañana de ayer la unidad de recursos humanos de la Asamblea Legislativa enviara cartas de despido a los empleados de
todas las oficinas departamentales.
Luis Ortega, secretario general del SITRAL, consideró que con las acciones el presidente de la Asamblea faltó a su palabra y las promesas que hizo para que los sindicalistas levantaran el paro del lunes pasado y le pidió reconsiderar.
“Le solicitamos detener las órdenes de despido que están entregando los miembros de la gerencia de recursos humanos, porque esto genera zozobra y crisis, y como sindicato estamos analizando llevar a cabo un cierre a nivel nacional de las oficinas departamentales de la Asamblea Legislativa de no parar estas acciones”, expuso Ortega. El dirigente sindical destacó que en el primer órgano del Estado existe una gran cantidad de plazas fantasmas y deben suprimirse, pero que en el caso de los derechos los puestos de trabajo de quienes acuden todos los días a desarrollar la labor para la que fueron
contratados debe respetarse.
Muchos de los empleados a quienes giraron orden de despido tienen varios años de laborar en el congreso salvadoreño y la manutención de sus familias depende de su estabilidad laboral, con la acción de Quijano quedan en la incertidumbre.
