Aunque hay otras causas de Rabdomiólisis, el daño por ejercicio suele no ser diagnosticado o atendido de manera oportuna, debido a que algunos síntomas han sido aceptados como “normales”.
Quizá alguna vez te haya pasado que después de hacer ejercicio intenso, sufres de dolor en los músculos ejercitados los siguientes días.
Este proceso de inflamación muscular requiere mantener un mayor aporte de líquidos para evitar que las sustancias liberadas por el músculo lesionado causen daño renal. De no ingerir un adecuado aporte de líquidos o en caso de tomar analgésicos sin la adecuada hidratación, podrías presentar un padecimiento llamado Rabdomiólisis.
Los cambios de coloración de la orina (color marrón o café), junto a debilidad de los músculos, y retención de líquidos en las piernas, puede llegar a requerir hospitalización para incrementar la hidratación a través de vía intravenosa.
La rabdomiólisis rara vez se presenta en las personas, que hacen ejercicio de manera regular o con rutinas establecidas por un profesional (a pesar de ser desgastante).
Es más común en quienes no hacen ejercicio y de repente realizan más de lo que su cuerpo puede tolerar, acompañado de mala hidratación y analgésicos.
La prevención consiste en planes de entrenamiento y mantener una adecuada hidratación.
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