Redacción Nacionales
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En una entrevista exclusiva con el Frente Intercontinental del FMLN, José Luis Merino, conocido como comandante Ramiro Vásquez, calificó de positivo los resultados del Régimen de Excepción, medida impulsada por el actual gobierno para capturar a los grupos pandilleros, a fin de reducir los homicidios, extorsiones y otros delitos. El ex comandante guerrillero también hizo una autocrítica de los errores del FMLN en el gobierno.
“A partir de nuestra derrota, sin encontrar un camino para enfrentar las tareas que nos corresponde y no tener la valentía para reconocer nuestros errores, fallas y falencias se comenzó a buscar culpables, y llega un gobierno que está intentando hacer muchas cosas que nosotros estamos obligados a haber hecho. Las personas que viven en lugares peligrosos hoy están respirando, recuperaron la vida ciudadana”, afirmó.
Sin embargo, reconoció que durante el Régimen de Excepción se están cometiendo errores y golpeando a gente inocente, por lo cual se debe reclamar con mucha fuerza y energía para no permitir los excesos de abuso de las autoridades; de 55,000 capturas cerca de 39,000 personas están libres, pero ha quedado detenidas una cantidad grande que ojalá sean quienes efectivamente le quitaban la tranquilidad a los ciudadanos.
Señaló que la incapacidad del FMLN de reconocer las buenas cosas ejecutadas por el actual gobierno, le está afectando la relación con la gente, quienes piden y exigen ser capaces de aceptar que el gobierno está haciendo bien el combate de las pandillas, no es posible que solo se defiendan los derechos humanos de quienes le violan los derechos a las personas. Deben defenderse también los derechos de las víctimas de esa pandemia que tiene agotados y agobiados al país.
“Tenemos que tomar la decisión de reconocer las cosas buenas, pero también tenemos el derecho y la obligación de denunciar cuando se trate de violaciones a los derechos de las personas inocentes; debemos reactivar los mecanismos sociales, políticos y defensores de los derechos humanos, para que las personas injustamente encarceladas deben ser liberadas”, sostuvo el líder efemelenista.
La guerra produjo un nivel de desgaste y al terminar el conflicto armado el Frente inició el proceso de integración a gobernar el país desde los municipios y la Asamblea Legislativa, en los primeros años era la novedad “guerrilleros de la montaña, con olor a pólvora y bejucos”, pero esa magia fue pasando y el principal enemigo fue estudiándolos para trazar políticas a fin de doblegarlos.
Después de 30 años de ejercicio político y ocupar cargos públicos se fue desmoronando el ser del FMLN, cuando el Frente salió de la clandestinidad el enemigo los estudió y les dio un tratamiento, los integrantes del partido eran partícipes de cursos y escuelas internacionales, para que ese destacamento de combatientes y guerrilleros se fueran transformando en estadistas. Había momentos en que la dirección del partido no se podía reunir porque la mayoría de la Comisión Política estaba participando en las escuelas que las daban los estrategas, maestros preparados por el imperio para que los domesticara.
“La enorme fuerza que entró a dominar el Frente fue esa militancia que vino cruda en términos ideológicos, con simpatía, pero también con intereses y ganas de aprovechar el vehículo abordado, eso se sumó a nuestros errores, fuimos perdiendo la humildad, un rasgo esencial en los revolucionarios, que había sido un sello de los combatientes del FMLN, nos fuimos transformando en gente con soberbia y prepotencia”, aseguró.
Según el dirigente de izquierda, las escuelas internacionales hicieron su efecto de hacerlos sentir que eran gobernantes, en 10 años al frente del Ejecutivo no tocaron el modelo de gobierno económico, sino fueron buenos administradores de los impuestos recaudados, pero fueron incapaces de reflexionar sobre la distribución de la riqueza en el país.
Se olvidó la esencia del FMLN que era transformar la sociedad y el sistema, hubo errores en los gobernantes y el partido, sin embargo, desde 2009 al 2019 el imperialismo hizo un esfuerzo extraordinario por desgastar al Frente, borrar y crear una imagen distinta de lo que era el partido.
“En los últimos cinco años donde estuvo como embajadora de Estados Unidos Jean Manes, se encargó de articular todos los actores que tenían razones para estar en contra de un gobierno distinto y comenzó a construir una gigantesca coalición que arrancaba en la embajada norteamericana y terminaba con las pandillas”, agregó el comandante Ramiro.
A esto sumado errores cometidos como llegar a considerar que la publicidad era un despilfarro, en vez de hacerle publicidad a lo bueno, era mejor más obras sociales, pensamientos enseñados en las escuelas de Suramérica. Se sacó de los presupuestos de los ministerios difundir las buenas obras que hacían.
Se llegó a construir alrededor de cada hospital del país, las casas de espera, donde las mujeres del área rural se podían venir días antes de la fecha programada de su parto, a fin de salvar la vida de miles de niños y madres, esas acciones no fueron contadas y el pueblo no las supo.
“Los consejos que nos habían dado para gobernar nos hicieron más daño que bien, nos hizo mal la pérdida de humildad y la capacidad de hablar con la gente más sencilla y humilde. Nos convertimos en una gran maquinaria de movilización y con la mayor cantidad de personas en una concentración, ya no conectábamos, esa coalición había destrozado la imagen del partido”, recalcó.
Programas y logros
Asimismo, dijo que es reprochable la suspensión de programas sociales los cuales sirvieron durante una década, para mejorar las condiciones de la gente, cuando llegó el FMLN al gobierno se compraba el 70% de los alimentos que se comían en el país, al finalizar el último periodo en 2019 y como resultado de una política de estimular la producción y defender la agricultura, con programas como Alba alimentos, ya sólo se debía comprar el 10% de alimentos.
A criterio de Merino, en los dos periodos de gobierno del Frente se estimuló la producción y dignificó el trabajo de los campesinos, esos programas se suspendieron porque los nuevos funcionarios no entendieron el valor de articular la producción, y que los agricultores se integraran a la economía, es decir, no comprar en el exterior, sino que sean manos salvadoreñas quienes produzcan los alimentos.
Alba se volvió en el enemigo número uno del imperio y la oligarquía, se había convertido en un sujeto económico que estaba transformando el escenario de los negocios, fue la responsable que los primeros 8 mil niños del país recibieron computadoras en sus escuelas y comenzar a digitalizarse.
También, apoyó el programa Operación Milagro y que 30 mil salvadoreños recuperaran la vista; asimismo, colaboró a que 150 escuelas fueran reparadas; mientras tanto, durante una década en el país se establecieron los precios de los combustibles, porque las transnacionales no pudieron manejar el mercado a su antojo.
A la vez, 36 mil campesinos recibieron créditos de Alba Alimentos para volver a producir frijol, arroz y maíz; así como tener el primer sistema de transporte digno con el SITRAMSS; 3,000 jóvenes fueron becados de los sectores más humildes del país; y se apoyó para que 1,300 médicos se graduaran en Cuba.
“Como resultado de esa política del FMLN en ese periodo la libra de frijoles no pasó de $0.65 la libra y hoy está llegando a $1.35; la caficultura inició un proceso de recuperación de la destrucción en la que estaba, frente a las cosas negativas debemos ser humildes y denunciadores de las cosas malas que se están haciendo. Tenemos que estimular la organización del pueblo para que salga a reclamar sus derechos”, recalcó.
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