Liliana Martínez-Scarpellini/dpa
Los sentimentalismos aflorarán con esta película que se estrenó hace unos días. Se oirá hablar y mucho de la última película de Paul Walker, viagra el actor californiano que no pudo terminar el rodaje de la cinta tras sufrir un accidente mortal a bordo de un deportivo el año pasado. Y los fans están felices con una entrega más de la saga que ha hecho furor a nivel mundial.
“Furious 7”, una cinta de acción dirigida por James Wan con los habituales sospechosos al frente, Vin Diesel, Dwayne Johnson y el malogrado Walker.
Por toda esa mezcla de atractivos, la acción, los coches de carrera y el adiós de Walker, se volvió un seguro que el éxito en taquilla.
Días previos a su estreno los especialistas en cifras calcularon que el arranque del filme en taquilla sería estruendoso como pocos. Se habló de 115 millones de dólares durante su primer fin de semana, una cifra que, de acuerdo a Box Office Mojo, la situaría como el mejor estreno en abril de todos los tiempos.
Las apreciaciones fueron superadas por completo, pues $143 millones se recaudaron solo en Norteamérica, es el mejor debut de la saga y de un filme de Universal Pictures. Más importante, dentro de las 10 cintas con mejor recaudación, Rápidos y furiosos 7 es la única que no se basa en cómics -como Avengers y sus derivados- o novelas para jóvenes -como Los juegos del hambre.
Eso pese a que es una fórmula repetida que no se cansa de entusiasmar al personal, con modelos modificados especialmente para la película que no se pueden más que encontrar en la gran pantalla. De esa pasta está hecho la cinta, de escenas constantes de acción y adrenalina con un invitado especial a la fiesta, el malo de la película, Jason Statham.
Hace el papel del hermano mayor del malvado de la entrega anterior, que es la que sirve de base para el guión de la actual entrega. Su deseo de venganza por haber puesto a su hermano en el hospital es mayúsculo.
Sin embargo, el énfasis mayor es la última aparición de Walker, que murió en un accidente en noviembre de 2013. El californiano no pudo terminar el rodaje, por lo que los estudios Universal tuvieron que tomar una decisión sobre si eliminarle por completo o buscar un remedio a la tragedia con la que se encontraron.
Al final, primó el interés colectivo y Walker no solo está en la película sino que es la imagen de los carteles publicitarios, una decisión tomada en favor del interés general. A Universal le convenía que estuviera por el tirón de público que conlleva su figura, y a los aficionados más por el cariño que le profesan tras años de participar en la saga.
Después estaba el papel que han jugado sus compañeros de reparto. El propio Diesel confirmó que su hija Paulina lleva ese nombre en honor al actor fallecido. “Fue difícil”, recuerda sobre el rodaje en una entrevista reciente. “Fue muy agradable el saber que teníamos el apoyo de sus hermanos que querían ayudar, pero por otra parte, trajo a colación emociones. No hay nadie como Paul Walker y es una tarea muy compleja para un actor el estar de luto y estar en el proceso de rodar al mismo tiempo, tener que pretender que la persona todavía está. Hizo la experiencia muy ardua. Es la película más difícil que he hecho”.
Recuerda que tuvo que filmar una escena en la que pasó por encima del coche de Jason Stantham y en la que no podía dejar de llorar. “El estar en el coche de Paul me trajo demasiados recuerdos”. Tras el parón en el rodaje por el luto y las complicaciones para seguir adelante, se continuó, en una trama filmada en Atlanta, Abu Dhabi, Tokyo y Colorado, una cinta cuyo factor nostálgico por el adiós a Walker, añadido al furor habitual por la franquicia, la convirtieron en una cinta de carácter histórico.
Debe estar conectado para enviar un comentario.