José Roberto Osorio
Sociólogo
En esta segunda y última parte del artículo se completa el panorama que las cifras estadísticas permiten dibujar en 2018. La EHPM-2019, aun no se publica.
El 35.2 % de las personas con edad oficial para cursar el Bachillerato, no asiste a ningún centro educativo. El porcentaje es mayor en el sexo femenino, 36.5 %; que en hombres, 33.9 %.
¿Por qué las personas no asisten a los centros educativos? Los hombres señalan como razones principales de inasistencia que: “Necesita trabajar”, 30.7 %; “No les interesa”, 30.2 %; y “Muy caro”, 23.2 %.
Las mujeres respondieron a esta cuestión con: “No les interesa”, 30.6 %; “Muy caro”, 20.9 %; y “Causas del hogar”, 13.1 %.
Como puede observarse en las repuestas de ambos sexos, la falta de motivación y el esfuerzo económico aparecen como los argumentos más importantes de inasistencia escolar en este nivel. ¿Habrá alguna acción o programa que estimule o promueva a los adolescentes y jóvenes para que se interesen en educarse?, ¿se habrá investigado sobre los costos que las familias, o los directamente implicados deben enfrentar por asistir a este nivel educativo?
Sobre el tema de los costos y gastos en educación, que aparece en las respuestas de los entrevistados, un estudio interesante elaborado por FIECA, UNICEF y MINED (sin fecha exacta de publicación pero que podría ser 2011 o 2012), revela que según las Cuentas Nacionales de Educación (2009), el gasto de los hogares comprende: a) gastos anuales: matrículas, útiles escolares, uniformes, textos, calzado; y b) gastos mensuales: cuota escolar, transporte, refrigerio y otros.
Se destaca en ese análisis que en el año 2007, los hogares aparecen como la principal fuente de financiamiento, 47.87 % del total; seguida de cerca por el Gobierno Central (Ministerio de Educación y otras instituciones públicas) 45.63 %; luego por la cooperación, las universidades y los gobiernos locales.
La Repitencia Escolar, es decir, aprendientes que se encuentran matriculados en el mismo nivel que cursaron el año anterior, también es un tema de análisis en la EHPM-2018, la cual refleja que los porcentajes más altos se dan en educación primaria y en la población masculina en todos los niveles educativos.
En el área rural -con excepción de Tercer Ciclo- se observan tasas más altas de repitencia escolar, que en el área urbana. Los hombres exhiben una tasa mayor que las mujeres y como cabe esperar, el nivel de ingreso determina en gran medida la repitencia escolar. En el quintil 5 (mayores ingresos), se encuentran tasas menores de repitencia en todos los niveles.
Los factores que aluden los entrevistados que repiten grado, son en Primaria, “Reprobó o aplazó el año escolar” con 76.7 % y “Abandonó los estudios” con una puntuación de 21.2 %.
En el nivel de Tercer ciclo, 62.4 % “Reprobó o aplazó el año escoñar” y el 36.3 % por “Abandonó los estudios”.
En media, la causa predominante de repitencia es “Abandonó los estudios”, con un porcentaje de 66.8 % y “Reprobó o aplazó el año escolar”, con 29.5 %.
La causal “Padre/Madre le matricularon en el mismo año”, no supera el 2 % en los tres niveles.
Otro importante indicador educativo es el nivel de escolaridad alcanzado. El indicador promedio nacional, en el año comentado fue de 7 grados. Confirmando la brecha urbano-rural en educación en el área urbana fue de 8.1 años, y en la rural de 5.3. En el AMSS la medición fue de 8.9 grados.
Si bien la diferencia no es elevada, las mujeres (6.9 grados) tienen un nivel de escolaridad menor que el de los hombres (7.2 años).
Por departamentos, San Salvador, La Libertad, San Miguel y Santa Ana, mostraron niveles de escolaridad desde 8.5 años a 6.6. Los departamentos con menor nivel de desarrollo relativo del país, también reflejan bajos niveles de escolaridad promedio: La Unión, (4.9), Morazán, (5.4) y Cabañas, (5.5).
La importancia de este indicador educativo reside en que a mayor nivel de escolaridad se está en presencia de sistemas educativos eficaces y efectivos y por supuesto de mayor calidad. Un pueblo educado es resultado del desarrollo del país; asimismo es factor estratégico y supremamente importante para continuar e impulsar este proceso.
La otra faceta del asunto muestra que el porcentaje de personas que no aprobaron ningún grado académico es de 33.2 % en la población de 60 años y más, porcentaje que disminuye a 11.6 % en la población de 30 a 59 años, y en mucho más bajo (2.4 %) en la población de 18 a 29 años.
Solo el 14.2 % de las personas de 60 años y más logró llegar a un nivel de educación media o superior, mientras que ese porcentaje es del 60.3 % en la población de 18 a 29 años.
Aprovechando otra fuente de información -los Censos Escolares- se advierte que la matrícula en Educación Básica y Media en 2018, fue menor en 26,447 estudiantes que los matriculados en 2017. Entre 2015 y 2018, el sistema educativo perdió a 204, 878 aprendientes.
Las cifras que ofrece la EHPM, bien podrían orientar intervenciones públicas en materia educativa, teniendo en cuenta el sexo, edad, zona geográfica y el nivel de ingresos.