Miami/dpa
Más de tres décadas después de su último y único duelo fuera de las fronteras españolas, Real Madrid y Barcelona protagonizarán este sábado en Miami un esperadísimo clásico veraniego, que llega cargado de alicientes deportivos y extradeportivos.
La International Champions Cup enfrenta a los dos grandes equipos españoles en tierra estadounidense cuando blancos y azulgrana se preparan aún para afrontar una nueva temporada, que iniciarán en agosto con su doble duelo por la Supercopa de España.
Lo hace, además, en un momento “caliente”, con el Barcelona alterado por el “caso Neymar” y con el Real Madrid sin tener la absoluta certeza de que el portugués Cristiano Ronaldo y el galés Gareth Bale continúen en el equipo la próxima campaña y a la expectativa de la posible incorporación de Kylian Mbappé.
Brillante en la cancha en los dos duelos anteriores del torneo, Neymar tiene en vilo a la dirigencia azulgrana con su posible marcha al Paris Saint-Germain (PSG).
El club catalán no quiere venderlo. Sus compañeros desean que se quede. Pero cada día que pasa, el brasileño parece más lejos del Barcelona. A eso apuntan su sorprendente silencio sobre su futuro y episodios como el que protagonizó el jueves abandonando precipitadamente el entrenamiento de los azulgrana tras un enfrentamiento con el portugués Nelson Semedo.
Cristiano Ronaldo, por su parte, será el gran ausente de un duelo que sí contará con la presencia de su archirrival Lionel Messi, para alegría de los entusiasmados hinchas latinos que presenciarán el primer clásico de la historia en Estados Unidos. Sin compromisos internacionales con su selección, la estrella argentina del Barcelona completó toda la pretemporada del equipo catalán en el gigante norteamericano.
Cristiano Ronaldo, que disputó la Copa Confederaciones con Portugal en junio, continúa de vacaciones y se perdió la del Real Madrid. El lunes, además, deberá declarar ante la justicia española por un supuesto fraude de 14,7 millones de euros (16,7 millones de dólares) al fisco español.
Bale sí disputará el clásico veraniego. Pero su futuro inmediato en el club blanco es incierto. José Mourinho querría llevárselo al Manchester United. Y el Real Madrid podría facilitar el traspaso si se hace con los servicios del deseado Mbappé.
Mientras las plantillas acaban de componerse -el mercado de fichajes del fútbol español se cierra el 31 de agosto-, Zinedine Zidane y Ernesto Valverde afrontan el choque con lo que tienen.
Valverde vivirá su primer clásico ante el Real Madrid como entrenador del Barcelona tras un buen estreno en el cargo: los azulgrana se impusieron a la Juventus de Turín por 2-1 y al Manchester United por 1-0 en sus dos primeros duelos de la International Champions Cup.
Con los titulares sobre la cancha, el Barcelona de Valverde ofreció una imagen a la altura de las circunstancias. Jugó con un 4-3-3 y ejerció la presión alta que el equipo había perdido con Luis Enrique. El observado Neymar, siempre arropado por Messi y el uruguayo Luis Suárez, sus compañeros de tridente, definió.
Al Real Madrid de Zidane, el rodaje de pretemporada no le dio buenos resultados de momento. El campeón español y de Europa perdió sus dos primeros partidos de la International Champions Cup: por 2-1, en los penales, ante el United de Mourinho y por un contundente 4-1, frente al Manchester City de Josep Guardiola.
El técnico francés, no obstante, se mostró bastante satisfecho del rendimiento de los blancos, ya sin los traspasados James Rodríguez y Álvaro Morata.
Así las cosas, y 35 años después de haber protagonizado el único clásico fuera de España en la venezolana Barquisimeto, Real Madrid y Barcelona echarán su primer pulso en los Estados Unidos con muchas incógnitas y rodeados de focos de tensión.