Madrid/Barcelona/dpa
A un con ajustes en las piezas de sus equipos, Real Madrid y Barcelona se medirán mañana en el partido de ida de la Supercopa de España de fútbol, duelo en el que llegan en momentos muy diferentes.
El Camp Nou acogerá el primer clásico oficial del curso, que tendrá su revancha el miércoles en el Santiago Bernabéu y que se presenta cargado de expectación por ver cómo arrancan los dos gigantes del fútbol español.
Para el Barcelona, campeón de la Copa del Rey, será su estreno oficial después de una larga pretemporada que le llevó por Estados Unidos, donde ya se midió con su eterno rival en un amistoso que ganó por 3-2 en Miami.
“Frente al Madrid no hay amistosos; esto ha sido una referencia de cara a la Supercopa de España, aunque sé que será diferente”, dijo en aquella ocasión el nuevo entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, sustituto de Luis Enrique en el banquillo.
Sin embargo, esta vez no solo habrá un trofeo de por medio sino que será el primer partido oficial que los azulgrana disputan sin Neymar tras su traspaso récord al Paris Saint-Germain.
El brasileño acaparó toda la atención durante la fase de preparación y dejó un vacío que el Barcelona aún no ha podido llenar pese a ingresar por él 222 millones de euros (262 millones de dólares), rompiendo además con el mejor tridente ofensivo de los últimos tiempos, la “MSN” que compartía junto a Lionel Messi y Luis Suárez.
Para el argentino, cinco veces ganador del Balón de Oro, comienza un año clave en su carrera en el que todavía tiene que resolver su clasificación al Mundial de Rusia 2018 con Argentina.
La cita de mañana supondrá además el estreno oficial de Valverde como entrenador de los azulgrana, quien llegó con la tarea de devolver al equipo sus raíces futbolísticas y se encontró con que deberá además resolver la ausencia de Neymar, por ahora sin nuevos refuerzos.
A falta de casi tres semanas para que se cierre el mercado, Gerard Deulofeu y Paco Alcácer parten como favoritos para ocupar su lugar en la banda izquierda, con más probabilidades para el primero tras el buen rendimiento mostrado en el último ensayo ante el Chapecoense.
Por su parte, el Real Madrid aterriza en la final con la confianza renovada: tras una pretemporada de flojo rendimiento en los amistosos, conquistó la Supercopa de Europa ante el Manchester United mostrando una gran superioridad.
Con la baja segura de Luka Modric por suspensión (por una tarjeta roja en la Supercopa de 2014), el entrenador Zinedine Zidane podrá disponer del resto de sus piezas para armar el once titular, en el que podría estar el portugués Cristiano Ronaldo pese a que se incorporó al grupo hace apenas una semana por haber disputado en junio la Copa Confederaciones de Rusia.
Así lo confirmó el propio técnico. “Nosotros estamos todos bien. No hay lesionados. Todos perfectos físicamente y mentalmente. Todos quieren jugar y eso es bueno, pero yo tengo que elegir. ¿Cristiano? Está listo y está bien. Ha tenido vacaciones y está desde sólo una semana, pero trabajó mucho en vacaciones y está listo para jugar con nosotros. Mañana veréis el equipo”, dijo el francés en conferencia de prensa.
Un Zidane que además lanzó un mensaje de cautela de cara al clásico. “Si pensamos que mañana va a ser fácil, nos equivocamos”, manifestó antes de confirmar su renovación por el club blanco hasta 2020.
Lo que sí es seguro es que, como en cada clásico que protagonizan Real Madrid y Barcelona, millones de personas en todo el planeta se sentarán ante la televisión para disfrutar de un nuevo capítulo de una de las mayores rivalidades del mundo del deporte.