Madrid/dpa
El Real Madrid se despidió virtualmente del título de la Liga española de fútbol al caer hoy por 1-0 ante el Atlético de Madrid en el clásico de la capital española.
Un solitario gol del francés Antoine Griezmann en el minuto 52 del duelo por la vigésimo sexta fecha acabó con todas las esperanzas blancas y mantuvo las del Atlético, que conservó su segunda posición y redujo a cinco unidades (58) su distancia provisional respecto al Barcelona, líder en solitario del torneo (63).
Una victoria azulgrana mañana ante el Sevilla en el Camp Nou dejaría al Real Madrid (54) a 12 puntos de distancia, una desventaja que los blancos asumen ya como insalvable a estas alturas del campeonato.
«La Liga está acabada», afirmó tras la caída Zinedine Zidane, el entrenador del Real Madrid, desdiciéndose de lo que había sostenido la víspera.
«Ya dije ayer que, si perdíamos puntos, iba a ser más difícil, pero aun así vamos a seguir porque, pase lo que pase, no vamos a tirar la temporada; tenemos otros retos», añadió el técnico del Real Madrid, tras asumir la responsabilidad por la «inesperada» derrota.
Fue la primera caída de los blancos desde que el entrenador galo asumió el mando del banco, sucedió frente al máximo rival ciudadano y predecesor en la clasificación, y dejó tan mala imagen del equipo provocó el enojos de la hinchada y también los del portugués Cristiano Ronaldo que, consciente o inconscientemente, acabó cargando contra sus compañeros.
«Si todos estuvieran a mi nivel, quizás seríamos primeros», afirmó el astro portugués preguntado por el rendimiento del equipo.
«Ganar una competición larga como la Liga, si no tienes a los mejores, es complicado. No quiero menospreciar a nadie, ni decir que los que jugaron no son buenos, pero si no juegas con los mejores, es difícil ganar la Liga», trató de explicarse Cristiano Ronaldo.
«A mí me gusta jugar con Bale, con Benzema y con Marcelo y, cuando ellos no están, es más complicado», completó.
Las palabras del astro portugués del Real Madrid sonaron como una potencial bomba de relojería, que Sergio Ramos trató de desactivar minutos después con un llamado a la unidad.
«Conozco muy bien a ‘Cris’ y creo que se ha expresado mal. Sus palabras iban más encaminadas a las lesiones de algunos jugadores que a criticar a otros compañeros», intentó aclarar Ramos.
«Yo me siento orgulloso de todos mis compañeros, aunque el rendimiento y los resultados no estén siendo buenos. Ahora es cuando tenemos que estar más unidos», añadió el capitán del Real Madrid, tras reconocer que la Liga «está prácticamente imposible» y recordar que el equipo debe dedicarse ahora a la «Champions».
Todos los lamentos del Real Madrid fueron alegrías para el Atlético que, tras enlazar casi tres partidos sin marcar, se reencontró con el gol para llevarse en la Liga su tercer derbi consecutivo en el estadio Santiago Bernabéu.
«Ahora, tomamos con naturalidad la posibilidad de ganar aquí», proclamó, «orgulloso» de sus jugadores Diego Simeone, el entrenador rojiblanco.
Su equipo, que el miércoles se había batido con el PSV Eindhoven en la Liga de Campeones europea, se olvidó del cansancio, llevó el duelo al terreno que quería y aprovechó la ocasión más clara que tuvo para asestar un golpe definitivo a su rico rival ciudadano.
Como señaló Simeone tras el choque, los rojiblancos fueron fieles al estilo y al espíritu impuesto por el técnico argentino desde su llegada, blindaron su arco con una defensa impecable y mantuvieron en 11 los goles recibidos en los 26 partidos de Liga disputados.
«Fue un partido muy pensado y trabajado. Mantuvimos una presión
bastante alta siempre. En el segundo tiempo fuimos más regulares y nos llevamos una victoria creo que justa», resumió Simeone.
Sin el lesionado Marcelo, el portugués Pepe ni el galés Bale, pero con Cristiano Ronaldo y Karim Benzema de entrada -el francés, con molestias en los isquiotibiales, no disputó la segunda parte-, el Real Madrid tuvo enormes dificultades para encontrar espacios y generar ocasiones de gol.
La más clara no les llegó a los blancos hasta la segunda parte, cuando un disparo cruzado de Cristiano Ronaldo se fue por poco.
Apenas cinco minutos después, en el 52′, Griezmann puso fin a su sequía goleadora anotando su tanto número 13 en la Liga tras conducir el balón hasta la frontal del área, combinar con Filipe Luis y batir a Keylor Navas con un zurdazo desde dentro del área, después de recibir de nuevo del brasileño.
El Real Madrid no se rindió y el brasileño Danilo tuvo la mejor ocasión para igualar el duelo a tres minutos para la conclusión, después de reclamar un penal.
Falló, la hinchada desató su ira contra el presidente Florentino Pérez y algunos jugadores, y la plácida tregua firmada con la llegada de Zidane se quebró.
El Real Madrid dijo adiós a la Liga por culpa de su vecino menor.