Yedá/Arabia Saudita/AFP
Real Madrid se proclamó campeón de la Supercopa de España por undécima vez al imponerse al Atlético 4-1 en la tanda de penales, en la final disputada en la ciudad saudí de Yedá, que acabó sin goles tras los 120 minutos de juego reglamentarios y la prórroga.
Sergio Ramos marcó el cuarto y definitivo tanto, después de que también anotaran Dani Carvajal, Rodrygo y Luka Modric, mientras que en el Atlético Saúl Ñiguez y Thomas Partey fallaron los dos primeros tiros del equipo rojiblanco, en el que sólo pudo marcar Kieran Trippier.
Saúl se encontró con el palo y Thomas con un gran Thibaut Courtois, que fue uno de los héroes de su equipo.
El Real Madrid se tomó la revancha de la final de 2014 para llevarse la primera Supercopa disputada en formato de ‘final four’ durante una semana en Yedá y su primer trofeo del año.
Los blancos acabaron jugando los últimos cinco minutos del encuentro con diez después que el uruguayo Federico Valverde viera una roja directa por derribar a Morata cuando encaraba solo la portería contraria (115).
Un partido al que el Real Madrid salió dispuesto a hacerse el amo del balón, pero se encontró con un atlético combativo.
Los rojiblancos fueron de menos a más presionando la salida del balón de los merengues, que sufrían para sacar el esférico hacia delante.
Luka Modric probó suerte con un tiro desde la frontal que detuvo Oblak (9), pero poco después un error infantil de Sergio Ramos estuvo a punto de costarle un disgusto al Real Madrid.
El capitán merengue en un mal pase el balón a Joao Félix en la frontal del área, aunque el disparo del joven delantero luso se fue fuera (14).
El Atlético tampoco lograba llegar con claridad a la portería de Thibaut Courtois, probando Álvaro Morata con un disparo lejano fuera (20).
Tras el descanso, el Real Madrid dio un punto de intensidad a su juego y Zidane buscó el desborde y más verticalidad con la entrada del joven brasileño Rodrygo por Isco (60).
Modric siguió al mando del juego de los merengues que conseguían dominar más y llegar pero sin poner en auténtico peligro a Oblak.
Los blancos presionaron más arriba, mientras el Atlético empezó a acusar el paso de los minutos, replegándose para buscar sus salidas al contraataque.
En una llegada rápida, Kieran Trippier metió en un balón a Morata que se coló hasta casi la línea de gol para perder el mano a mano con Courtois (80).
Los dos equipos siguieron intercambiando golpes durante los últimos diez minutos del encuentro.
Un disparo raso de Rodrygo en el corazón del área que detuvo Oblak (90+1), al que siguió otro de Thomas atajado por Courtois (90+4) mandó el partido a una prórroga intensa, que se aceleró en los últimos cinco minutos con la expulsión de Valverde.
Apoyado en su superioridad numérica, el Atlético se lanzó al ataque a la desesperada en 30 minutos adicionales sin apenas juego en el medio del campo.
Los dos equipos olvidaron el toque para lanzarse a un partido de ida y vuelta que se resolvería en los penales.
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