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Madrid/dpa
El Real Madrid confirmó su titubeante inicio en la Liga española de fútbol al conseguir hoy un sorprendente empate 1-1 ante el Levante en duelo correspondiente a la tercera fecha y acumular así su segundo pinchazo consecutivo en el campeonato doméstico.
Tras igualar en el estadio Santiago Bernabéu ante el Valencia antes de la parada para las selecciones, el vigente campeón de Liga volvió a ceder un empate en casa en la vuelta a la Liga y, con los dos nuevos puntos que se dejó, dio opción a que sus rivales, que jugarán más tarde, abran hueco en la cima. Tras el 1-1 de hoy, los dirigidos por Zinedine Zidane suman cinco puntos, uno menos de los que cuentan ya el Barcelona, que más tarde se mide al Espanyol en el derby catalán, Real Sociedad y Leganés, los tres primeros clasificados.
Y es que, en el regreso a la competición doméstica tras dos semanas de parón, al Real Madrid le faltó puntería, juego interior y un punto de suerte para superar a un Levante que hizo un partido muy sobrio, tuvo en su arquero Raúl a su mejor hombre y que no conoce la derrota en este comienzo de temporada. El español Iván López ‘Ivi’ abrió el marcador para los dirigidos por Juan Ramón López en el minuto 12 de partido. Luego, su compatriota Lucas Vázquez lo igualó, en el 36’, para el Real Madrid.
Nadie esperaba que el duelo concluyera así. Pero nadie, ni siquiera el alemán Toni Kroos con su disparo al palo en los últimos segundos de partido, fue capaz de alterar el marcador.
Como ya hizo la temporada pasada, Zidane echó mano de las rotaciones para dosificar a sus jugadores. Varios de ellos venían de jugar con sus selecciones en las dos últimas semanas. Otros serán los que formarán el próximo miércoles en el primer duelo de la Liga de Campeones europea ante el Apoel chipriota.
El portugués Cristiano Ronaldo, aún sancionado, continúa esperando su momento.
Así, el técnico francés sorprendió a propios y extraños con un once inicial en el que Theo Hernández y el brasileño Marcelo, dos laterales izquierdos, ocuparon el mismo carril, y en el que también incluyó a los jóvenes Marco Asensio y a Marcos Llorente.
El experimento, que tuvo sus cosas positivas, generó, sin embargo, cierto despiste defensivo de los blancos en el inicio del choque y el Levante lo aprovechó en la ocasión más clara que tuvo.
Iván López -mismo nombre y apellido que el autor de gol- sacó de banda, la zaga del Real Madrid se adormiló, Carvajal perdió vista el balón, que botó dentro del área chica y sorprendió al duditativo Kiko Casilla. “Ivi”, pillo y bien colocado, batió al arquero blanco. No había pasado ni un cuarto de hora de partido y a los de Zidane, no muy metidos en el tempranero duelo hasta entonces, les tocó remar contra corriente de nuevo.
Y más cuando, en el minuto 26’, el francés Karim Benzema tuvo que retirarse por unas molestias en su muslo derecho. El galés Gareth Bale entró en su lugar, pero el Real Madrid se quedó sin un delantero centro claro.
El propio Bale y Lucas Vázquez se intercambiaron ese papel, con mayor éxito para el delantero gallego, autor del gol del empate.
El menudo futbolista estaba en el lugar preciso cuando Raúl Fernández rechazó un cabezazo de Sergio Ramos y el balón quedó suelto en boca de gol.
La igualada hizo justicia al mayor dominio de los blancos después de que los dirigidos por Juan Ramón López exhibieran su solidez defensiva y los reflejos de su arquero, muy seguro bajo palos.
No en vano, el Levante había saldado sus dos primeros duelos ligueros con un triunfo y un empate que lo situaron en las posiciones altas de la clasificación. Exactamente los mismos resultados cosechados por el Real Madrid que, antes de la parada para las selecciones, no pudo pasar de la igualada con el Valencia. Tampoco ante el Levante, pese a los intentos de Zidane con sus cambios tácticos. Ante la falta de intensidad y acierto de los suyos, el entrenador galo tuvo que mover el banco. Isco sustituyó a Marcos Llorente. Y un poco más tarde, el croata Mateo Kovacic, a Lucas Vázquez.
Para entonces, el Levante ya había refrescado su once con los tres cambios. Y el Real Madrid seguía siendo incapaz de hacerle daño.
El reloj corría en contra de los de Zidane que, sin embargo, no se desesperaron. Pero tampoco lograron marcar.
Asensio estuvo a punto de lograrlo a diez minutos de la conclusión. Pero Raúl sacó una mano providencial para evitar que el ajustado disparo del internacional español se colara en su arco. Ni Bale ni Marcelo, que fue expulsado con roja directa a un minuto del tiempo reglamentario por propinar una dura patada a un rival, lograron tampoco batir al sólido arquero del Levante.
A la espera de estrenarse en la Champions, el Real Madrid sumó así su segundo tropiezo en la Liga, un inicio de lo más inesperado.
