Madrid/dpa
El Real Madrid cedió hoy un empate 1-1 ante el Atlético en el Santiago Bernabéu en un choque en el que el conjunto de Diego Simeone sacó petróleo del talento de Antoine Griezmann a cinco minutos del final para poner la Liga española de fútbol al rojo vivo.
El encuentro, correspondiente a la trigésimo primera jornada del torneo, tuvo a un Real Madrid dominador durante la primera hora, cuando consiguió ventaja con un gol de Pepe, pero se hundió en el tramo final y brindó la oportunidad al Barcelona de igualarlo a puntos en el liderato si el equipo azulgrana vence al Málaga al final del día.
Fue un duelo con poco ritmo. El Real Madrid mostró unos preocupantes signos de fatiga y no supo cerrar un partido en el que el Atlético se llevó mucho con poco.
La primera parte fue el juego de los errores. Los dos equipos jugaron a lo mismo: no propiciar entregas al contrario. Lo poco que hubo en ataque llegó precisamente por errores cometidos en los pases. Y todo transcurrió a ritmo mortecino.
El Atlético eligió replegarse y entregó la pelota al Real Madrid, que manejó el balón con relativa solvencia, pero sin profundidad. Las alas no existieron y todo lo fió a las ocurrencias de Cristiano y Karim Benzema. El Atlético apenas se asomó al área blanca.
El Real Madrid mereció algo más por ocasiones al descanso. Generó cuatro y convirtió a Jan Oblak en el mejor jugador visitante. A los 15 minutos, ya tuvo que intervenir en un duro disparo de Cristiano. Más meritoria fue su parada tres minutos después ante un disparo de Benzema, tras una combinación con Cristiano. La ocasión más clara de la primera mitad llegó a los 31 minutos en un mano a mano de Cristiano que sacó Savic bajo los palos cuando ya se cantaba el gol.
El Atlético sólo enseñó algo a los 39 minutos tras una grosera pérdida de balón de Ramos, el robo de Griezmann y la parada de Keylor Navas. Fue lo último que ocurrió en una primera parte con poco ritmo y con un Real Madrid mejor dentro de la atonía general.
La segunda parte comenzó con otra espectacular intervención de Oblak ante un remate a bocajarro de Benzema. Fue el preludio del gol de Real Madrid, que llegó en una de sus jugadas favoritas: falta, saque de Kroos y cabezazo impecable de Pepe. Era lo justo.
El Atlético estaba perdido y el Real Madrid se encontraba en su elemento. Pero, curiosamente, la tuvo el Atlético a los 60 minutos en un mano a mano de Torres ante Keylor Navas, que realizó una extraordinaria parada que fue celebrada por el Bernabéu con una estruendosa ovación.
A los 62 minutos se retiró Pepe lesionado, cuando el Atlético parecía querer enseñar algo más. Los minutos acusaron la tendencia y el Real Madrid comenzaba a estar tieso por la fatiga, defendiendo cada vez más cerca de su área.
Y llegó el minuto 85 y la mejor jugada del Atlético. Correa filtró un gran pase sobre Griezmann y el francés definió sobre la salida de Navas, quien entregó el palo por el que entró el balón. El Bernabéu enmudeció. El daño era enorme. Al equipo blanco no le quedaron ni fuerzas para pisar el área contraria. Tiene motivos para la preocupación.