Abu Dabi/Emiratos Árabes Unidos/AFP
Real Madrid aterrizó ayer en Abu Dabi, en donde busca un tercer título consecutivo en el Mundial de Clubes y un momento de tranquilidad, tras varios partidos irregulares en La Liga y Liga de Campeones.
“El Real Madrid llegó a Abu Dabi en donde intentará proclamarse campeón del mundo por séptima vez en su historia”, escribió el club blanco en su página web, aludiendo a los tres Mundiales de Clubes y las tres Copas Intercontinentales que el equipo tiene en su palmarés.
La Copa Intercontinental, que enfrentaba hasta 2004 al campeón de Europa con el de Sudamérica, tiene rango de título mundial desde una decisión de la FIFA en 2017.
Los integrantes del club blanco, que el sábado sufrió para derrotar 1-0 al Rayo Vallecano en la 16ª jornada de la Liga española, salió desde el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas de la capital española.
Aterrizó menos de siete horas después en el aeropuerto de Abu Dabi, desde donde el equipo se dirigió a su hotel de concentración en Al Maryah Island, a 15 kilómetros del Zayed Sports City Stadium, donde el equipo blanco jugará el miércoles en semifinales contra el Kashima Antlers japonés.
En total, 25 futbolistas viajaron para estar a las órdenes del técnico argentino Santiago Solari. Benzema y Marco Asensio, que terminaron con problemas físicos el partido ante el Rayo, son las principales preocupaciones de cara al debut contra el Kashima y para una eventual final el sábado 22 contra el River Plate argentino o el Al Ain emiratí.
Eso sí, el partido ante el Rayo volvió a evidenciar la falta de contundencia del equipo e incluso las portadas de la prensa deportiva española resumían el sentir general de los aficionados blancos: “El Bernabéu se aburre”, titulaba Marca, mientras que su competidor As optaba por un título en la misma línea, “Este Madrid aburre”.
También en el Santiago Bernabéu, el equipo había caído 3-0 ante el CSKA de Moscú en la Liga de Campeones, en una derrota sin consecuencias graves porque el Real Madrid estaba ya clasificado para octavos de final, pero que enfadó mucho a su hinchada.
En noviembre, el peor resultado había sido una derrota 3-0 en el campo del Eibar, que empañó el aparente buen arranque de la ‘era Solari’, que había logrado en un principio cambiar el ánimo del equipo.
Solari, que era el técnico del filial, llegó al banquillo del Real Madrid tras la destitución de Julen Lopetegui, que tocó fondo con la humillación 5-1 de finales de octubre en el ‘Clásico’ ante el Barcelona en el Camp Nou.
El resultado en el Mundial de Clubes determinará el tono con el que el Real Madrid empezará el año 2019.