Barcelona/Madrid/dpa
Líder de la Liga española de fútbol con una mínima ventaja sobre sus rivales, el Real Madrid necesita mañana el triunfo ante el Málaga para poner fin a su pequeña crisis de resultados.
Además de mantener su diferencia respecto a Sevilla y Barcelona, sus perseguidores, el duelo por la decimonovena fecha de la Liga ante los andaluces concederá a los blancos la oportunidad de resarcirse, en el estadio Santiago Bernabéu, de las dos derrotas consecutivas que, en la última semana, truncaron su fabulosa racha.
Y es que, después de acumular 40 partidos invictos en todas las competiciones, los dirigidos por Zinedine Zidane dieron pie a las dudas con sus caídas en la cancha del Sevilla, en la pasada fecha liguera, y ante el Celta de Vigo, el miércoles, en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu.
“Es normal que penséis que algo pasa tras dos derrotas, yo también puedo pensarlo, pero la constancia es lo que hace llegar a ser cada vez mejor, no me voy a volver loco, sino que voy a seguir trabajando y esto lo vamos a cambiar”, afirmó hoy Zidane, convencido de que su equipo superará el bache.
“No se ha roto nada. Hemos perdido dos partidos seguidos, ante dos equipos que nos pusieron dificultades porque son muy buenos y porque el adversario nos puede complicar las cosas, pero ahora tenemos que continuar”, añadió el técnico francés del Real Madrid.
No le queda otro remedio a los blancos, cuyo margen de error es ahora más estrecho. El Sevilla, que el domingo visita la cancha del colista Osasuna, está a tan sólo un punto de distancia (39) de los de Zidane (40). Y a dos (38), se encuentra el Barcelona, que también el domingo se mide al Eibar a domicilio.
El Real Madrid, no obstante, cuenta un partido menos que sus rivales y que recuperará en febrero, ante el Valencia. “El vestuario está bien y no estoy preocupado, no creo que hayamos jugado peor, sino que lo hicimos muy bien”, señaló hoy un Zidane que, tras la derrota ante el Celta, se mostró más crítico.
“Entonces, yo dije que entramos mal en el partido, pero tampoco fue así; tuvimos fallos y el rival tuvo dos y metió dos, no voy a ser tan crítico”, abundó.
Convencido de su trabajo, el técnico galo mantendrá su idea de juego ante un Málaga que no ha ganado ni un solo partido a domicilio en lo que va de Liga: nueve visitas, saldadas con cuatro empates y cinco derrotas, que lo mantienen en la decimotercera posición.
El Real Madrid, en cambio, es el único equipo del campeonato español que se mantiene invicto en su cancha: siete victorias y dos empates.
Sin el colombiano James Rodríguez disponible -continúa con molestias en el sóleo-, Zidane confía en que el portugués Cristiano Ronaldo, en horas bajas, marque la diferencia de nuevo. “Cristiano está bien y siempre será el jugador que marque la diferencia en este equipo, aunque haya partidos en los que juegue peor”, aseveró hoy el entrenador blanco.
“Yo, a veces, tampoco jugaba bien. ¿Y qué? Lo importante es seguir trabajando”, añadió el francés, recuperando sus tiempos de jugador.
También el sábado, el Valencia pondrá a prueba su pretendida recuperación en la cancha del Villarreal que, desde la sexta posición, lucha por colarse entre los cuatro primeros puestos que dan derecho a la Liga de Campeones europea.