Villarreal/España/dpa
El Real Madrid perdió hoy 1-0 en su visita al Villarreal y desaprovechó una excelente oportunidad de reengancharse a la pelea por la cabeza de la Liga española de fútbol.
El Barcelona empató 2-2 el sábado ante el Deportivo de La Coruña y concedió la ocasión al Real Madrid de situarse a dos puntos del liderato del torneo, recipe treatment que ahora comparten los azulgranas con el Atlético. Sin embargo, los blancos cayeron y se quedaron a cinco puntos. Tiraron la primera parte y luego lamentaron su falta de efectividad.
El Villarreal fue infinitamente superior al Real Madrid en toda la primera parte. Llenó todas las zonas del campo, se reagrupó en defensa y utilizó las bandas para atacar. Es decir, actuó como un equipo con un plan.
Todo lo contrario fue el Real Madrid, que volvió a mostrar su peor imagen durante 45 minutos, la de un equipo poco trabajado y sin una idea clara de a qué quiere jugar. Esta vez Benítez apostó por poner a Casemiro y Modric como únicos centrocampistas puros y el equipo se descosió por todas partes. Ni cuidó la pelota ni la quitó.
Fue milagroso que llegara al descanso perdiendo sólo por 1-0. En 45 minutos, el Villarreal metió un gol, tuvo un mano a mano y estrelló un balón en el palo. Poco premio se llevó para su indiscutible superioridad sobre su rival, que se fue al descanso sin un solo disparo entre los tres palos.
El gol llegó a los ocho minutos, cuando Modric perdió un balón, Bakambu asistió a Soldado y éste marcó sobre la salida de Keylor Navas, que nada pudo hacer. El tanto expuso los problemas del Real Madrid para sacar el balón jugado y el ambicioso y estudiado plan del Villarreal, muy vivo en todas sus líneas.
La segunda parte fue muy diferente. Principalmente, porque el Real Madrid conjugó ambición, presión, esfuerzo colectivo y colocación. Benzema tuvo dos remates francos, Alphonse Aréola sacó un disparo venenoso de Bale, Marcelo pisó frecuentemente el área local y el equipo blanco recuperó muy pronto el balón de un Villarreal asfixiado.
El Real Madrid se lanzó con todo al ataque y tuvo que lamentar su falta de fortuna porque en la segunda mitad creó suficientes ocasiones para al menos igualar el encuentro. Primero tiró 45 minutos y luego no encontró lo que mereció.
El conjunto blanco acabó con Jesé de lateral y Sergio Ramos de delantero. Una imagen que resume el momento de confusión que vive el equipo.