Barcelona/Eibar/dpa
El Real Madrid se sacudió un gran peso de encima al responder a la presión de Barcelona y Atlético con una trabajada victoria 2-0 sobre el Eibar en la décimo tercera fecha de la Liga española de fútbol.
Con mucho menos fútbol del esperado, sales cialis pero con gran sentido de la oportunidad gracias, capsule principalmente, al gol anotado por el galés Gareth Bale a tres minutos para el descanso, los blancos conquistaron tres puntos imprescindibles para devolver a seis la distancia respecto al Barcelona, líder del torneo español.
Tras caer estrepitosamente en la pasada fecha frente a los azulgrana, el regreso a la Liga del equipo dirigido por Rafael Benítez no fue en absoluto plácido.
Después de las victorias el sábado de Barcelona y Atlético de Madrid, el margen de error era nulo. Los vigentes campeones se habían distanciado a nueve puntos; los rojiblancos, a cinco.
El triunfo del equipo de Rafael Benítez fue, para entrenador y jugadores, “trabajado”. Pero también costoso y nada brillante.
Como si los astros blancos se hubieran transmutado en jornaleros, el triunfo llegó por insistencia y por el desmoralizante gol de Bale.
Después de encajonar al Real Madrid durante 42 minutos con una defensa muy adelantada y presionante, el Eibar se vino abajo psicológicamente cuando el delantero galés cabeceó a gol la rosca que le lanzó Modric a la salida de un córner.
El gol, efectivamente, fue un premio demasiado generoso para los blancos y un castigo excesivo para el equipo dirigido por José Luis Mendilíbar, que no le perdió la cara al encuentro en ningún momento.
Durante toda la primera parte, los vascos, una de las sensaciones de la Liga hasta el momento, neutralizaron los retoques que Benítez anunció en su once después del descalabro en el clásico.
Condicionado también por las numerosas bajas, el técnico español dio entrada al colombiano James Rodríguez en el lugar del francés Karim Benzema y al croata Mateo Kovacic, en el del brasileño Casemiro.
James aportó cierta clarividencia al ataque blanco, pero Real Madrid sigue sin tener claro a qué juega y extraña la pegada de Cristiano.
El portugués ha perdido gol y capacidad intimidatoria. Sólo desde los 11 metros pudo con Riesgo, que le ganó todos los mano a mano.
La estrella blanca dio síntomas de clara incomodidad y erró ocasiones francas, antes de aliviar su evidente frustración con el penal señalado sobre Lucas Vázquez en el 82’.
El delantero español sustituyó en el tramo final a James, pese al “sensacional” partido que, según Benítez, completó el colombiano.
Para entonces, el Eibar, sin bajar los brazos, apenas albergaba esperanzas de remontar. La desventaja y el cansancio físico habían hecho mella en un equipo al que le faltó profundidad en ofensiva.
Sin ofrecer elementos que hagan pensar en una reconstrucción del equipo tras el golpe ante el Barcelona, el Real Madrid respondió a la presión de sus máximos rivales y mantuvo la tercera posición sin que la distancia respecto a ellos aumentara.
En los otros partidos de la jornada dominical, el Getafe se alejó del descenso con un triunfo 2-0 ante el Villarreal, mientras que el Athletic de Bilbao confirmó su buen momento al imponerse 3-0 en la cancha del Rayo Vallecano con un “hat-trick” de Aritz Aduriz.
El Sevilla, mientras tanto, se recompuso de su eliminación esta semana de la Liga de Campeones europea con un triunfo sobre el Valencia con un único gol de Sergio Escudero (50’). Los andaluces se situaron a tan sólo un punto de distancia del equipo dirigido por el portugués Nuno Espírito Santo, que acabó con dos hombres menos por la expulsión por doble amarilla de Joao Cancelo (35’) y de Javi Fuego (78’).