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Madrid/Vigo/dpa
El Real Madrid visitará mañana al Celta de Vigo con la espalda contra la pared y encomendado a la épica para intentar seguir con vida en la Copa del Rey del fútbol español.
El conjunto gallego dio la gran sorpresa al ganar la pasada semana por 2-1 en el Santiago Bernabéu y voltear así las apuestas. Está a un paso de eliminar al líder de la Liga española y clasificarse para las semifinales de Copa.
El Real Madrid aparece contra las cuerdas coincidiendo con un momento difícil en la temporada. Perdió ventaja en la Liga y quedó en situación más que complicada en la Copa. Pero nadie da por derrotado a uno de los planteles más poderosos del mundo, por más que éste presente un buen número de bajas.
“El Madrid es favorito en cualquier partido contra cualquier rival del mundo”, aseguró hoy el argentino Eduardo Berizzo, el técnico del Celta.
El conjunto de Zinedine Zidane se llenó de incertidumbres antes de la cita. Tantas que su entrenador no entiende muy bien a qué se debe tanto pesimismo. “Creo que físicamente estamos muy bien y vamos a seguir. Cuando escuchas las preguntas parece que estamos últimos, que nos jugamos el descenso. Yo no estoy preocupado y el vestuario está muy animado”, dijo hoy a los medios en rueda de prensa.
Pero tampoco le ayuda a Zidane el gran número de lesionados. Así, James Rodríguez y Raphael Varane se unieron a Marcelo y Luka Modric como últimos inquilinos de una enfermería llena. Al menos, el técnico francés pudo recuperar a Danilo y Cristiano Ronaldo.
Precisamente, el Real Madrid fía buena parte de sus opciones de remontar a una radical mejoría del rendimiento del portugués, muy apagado desde que comenzó el nuevo año. Además, Zidane podría situar a Lucas Vázquez como lateral derecho y Mateo Kovacic en el centro del campo, más Isco por delante.
El Celta está ante una grandísima oportunidad y lo sabe. Por eso, Berizzo dio descanso en la última jornada de la Liga española a piezas tan importantes como Iago Aspas, Daniel Wass, Theo Bogonda o Marcelo Díaz. Va por la Copa.
No se espera otra cosa que un gran espectáculo para un partido que lo tiene todo, incluyendo un Real Madrid que necesita juego ofensivo y épica para remontar ante un Celta que ya demostró sobradamente esta temporada que no se achica ante los más grandes.
La hinchada viguesa prepara un gran recibimiento a los suyos antes de entrar en el estadio, que se llenará para vivir la auténtica emoción de la Copa.
“Todo lo que ganamos, lo ganamos juntos. La afición quiere y respalda al equipo. Esto debemos ganarlo entre todos”, afirmó Berizzo.
Menos excitante se presenta la eliminatoria entre Éibar y Atlético de Madrid, que dejó prácticamente sentenciado su pase al ganar 3-0 en el primer partido.
La Copa puede suponer una buena inyección de moral para un Atlético que está pasando grandes dificultades en la Liga española, donde marcha cuarto e igualado a puntos con la Real Sociedad.
El resultado de la ida permitirá hacer pruebas a Diego Simeone, preparador atlético, y podría insistir con el central José María Giménez como mediocentro del equipo. Además, Nico Gaitán, Ángel Correa y Fernando Torres tendrían sitio en el once titular.
El entrenador del Éibar, José Luis Mendilibar, dará minutos a los futbolistas menos habituales, como son los casos de Bebé, Cristian Rivera o Alejandro Gálvez. Lo más probable es que su mejor goleador, Sergi Enrich, se quede en el banquillo.
