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Londres/dpa
El Real Madrid jugará mañana en el mítico estadio de Wembley por primera vez en su historia y no será un partido menor: los blancos se miden al Tottenham con el pase a octavos de final de la Liga de Campeones en juego justo cuando más críticas está recibiendo el equipo entrenado por Zinedine Zidane.
El actual campeón de Europa nunca actuó en Wembley y la ocasión llegó porque el Tottenham todavía espera un nuevo campo. Así pues, el encuentro lo tiene todo y reunirá a dos equipos que marchan en cabeza de Grupo H con siete puntos y seis de ventaja sobre Borussia Dortmund y Apoel Nicosia.
El empate 1-1 en el Santiago Bernabéu entre Real Madrid y Tottenham en la última jornada dejó muy abierta la pelea por la primera posición, que probablemente pase por lo que suceda en el enfrentamiento directo de mañana. Hace dos semanas ambos conjuntos ofrecieron un magnífico espectáculo y no se espera menos de este segundo choque.
El Real Madrid llega en un momento confuso, como mínimo. Su inesperada derrota 2-1 del domingo ante el modesto Girona lo alejó a ocho puntos del Barcelona en la Liga española para sembrar de dudas el nuevo curso de los blancos. Otro mal resultado ante el Tottenham podría abrir la caja de los truenos.
En el encuentro del Santiago Bernabéu, uno de los grandes destacados fue el arquero costarricense Keylor Navas, baja sensible para Wembley por una lesión muscular. También se cayó a última hora el central francés Raphael Varane y no pudo recuperar a Dani Carvajal ni a Gareth Bale, antiguo jugador del Tottenham.
Zidane alineará en el centro de la defensa a Nacho Fernández y el lateral quedará para el inexperto Achraf.
El resto del equipo sería el mismo que fracasó ante el Girona, incluido jugadores señalados como Luka Modric, Karim Benzema y hasta Cristiano Ronaldo.
Si el recién proclamado mejor jugador de la pasada temporada por la FIFA apenas aportó un gol en diez jornadas de la Liga española, otra cosa es su respuesta en la Liga de Campeones, donde marcó en los tres partidos precedentes para contabilizar cinco goles. Su equipo necesita su mejor versión.
El Tottenham ya demostró en el anterior choque que es un equipo muy serio y bien entrenado. Su entrenador, el argentino Mauricio Pochettino, se reivindicó y muchos lo sitúan para un futuro en el banquillo del Real Madrid. Mientras eso llega, o no, el técnico está formando un proyecto sólido que en el Santiago Bernabéu obtuvo un serio respaldo.
Se trata de un bloque compacto, organizado y atrevido, que cuenta con dos figuras principales: el arquero francés Hugo Lloris, espléndido hace dos semanas, y el delantero Harry Kane, un futbolista que sigue llamando la atención con su facilidad para rematarlo todo y bien.
El punta inglés sufre una ligera distensión en la pierna izquierda y el Tottenham lo cuidó para poder estar ante el Real Madrid. Es la gran duda en la alineación de Pochettino.
La otra cuestión es ver si el argentino repetirá el planteamiento que tan buen resultado le dio en la capital de España, con tres centrales y dos delanteros puros, como fueron entonces Fernando Llorente y el propio Kane.
Wembley se llenará para presenciar por primera vez la visita del Real Madrid y con la esperanza de ver al Tottenham superando al campeón de Europa para dejar prácticamente sentenciado su pase y muy cerca el liderato de grupo. Un partido grande.
