Barcelona/Madrid/dpa
Situados a una distancia sideral del Barcelona en la Liga española de fútbol, and RealMadrid y Atlético de Madrid protagonizarán mañana el clásico de la capital más descafeinado de los últimos años.
Cuesta encontrar intereses mayores en un duelo que, concluya como concluya, apenas ejercerá presión sobre los azulgrana, aupados como están los dirigidos por el español Luis Enrique en la cima con 63 puntos. El Atlético, segundo con 55, cuenta ocho menos. El Real Madrid, con 54, está nueve por detrás
«Mientras haya puntos, la Liga está en juego, pero veo complicado que el Barça pierda nueve puntos», señaló Diego Simeone, entrenador del Atlético, 24 horas antes de visitar el estadio Santiago Bernabéu en la vigésimo sexta fecha del torneo español.
Mientras el Barcelona aspira a igualar el domingo frente al Sevilla el récord de imbatibilidad establecido por el RealMadrid del holandés Leo Beenhakker (34 partidos), sólo el posible intercambio de posiciones entre los dos grandes rivales madrileños anima un derbi que, a inicios de temporada, se pensó crucial y hoy día ofrece, sobre todo, elementos de riesgo.
Para el Real Madrid, porque ganar es casi una obligación y un nuevo tropiezo supondría una catástrofe para el francés Zinedine Zidane, cuyas «habilidades» como técnico empiezan a ser cuestionadas.
Para el Atlético, porque, tras dos partidos consecutivos sin marcar, su equipo no quiere agravar su crisis goleadora con un tercero.
«Es normal que la gente dude de mis habilidades como entrenador, pero yo tengo las ideas claras y estoy centrado en lo que tengo que hacer», asumió hoy Zidane, que, en el derbi, recuperará al portugués Pepe, pero no podrá contar con el brasileño Marcelo, una baja sensible, por «una sobrecarga en el gemelo».
Desde que se sentó al frente del banco blanco, el Real Madrid apenas sumó una victoria por la mínima fuera de casa y dos empates, que lo descolgaron en la lucha por el título.
El técnico francés, no obstante, dijo hoy haber trabajado en los errores cometidos frente al Málaga en la pasada fecha (1-1) y, teniendo en cuenta la buena trayectoria de los suyos en casa, se negó a darse por vencido en la Liga.
«Si perdemos puntos, siempre va a ser más complicado, pero pase lo que pase, tenemos partidos, Champions, para estar concentrados en lo nuestro. Nuestra temporada no se acaba mañana», afirmó Zidane, sin hacer demasiadas cábalas.
La peor combinación para su equipo, derrota blanca y triunfo del Barcelona, podría dejar al Real Madrid a 12 puntos de los azulgrana.
El Atlético, no obstante, deberá de mejorar mucho su producción ofensiva para doblegar a los blancos, habitualmente letales en el Santiago Bernabéu.
La solidez defensiva de los dirigidos por Simeone -apenas 11 goles recibidos- contrasta con su tremenda dificultad para marcar: 35 tantos en 25 partidos de Liga, mientras que el Real Madrid se fue hasta los 71 y el Barcelona a los 67 en el mismo número de jornadas.
«Lo único que podemos hacer para marcar es insistir. Los delanteros tienen rachas. Esperemos acertar pronto», apuntó el técnico argentino del Atlético, después de que su equipo se quedara sin marcar en la Liga de Campeones europea frente al PSV Eindhoven y en la pasada fecha de la Liga ante el Villarreal.
El francés Antoine Griezmann, en racha durante buena parte de la primera vuelta del campeonato, no acierta ahora con el arco y el español Fernando Torres se presenta casi como la única alternativa goleadora para los rojiblancos, que seguirán sin contar con los lesionados Yannick Carrasco y Stefan Savic.
Pese al cansancio acumulado por el duelo europeo del miércoles -el Real Madrid jugó ante la Roma la semana pasada-, el Atlético confía en competir en igualdad con los blancos para conservar el segundo puesto y ahondar la crisis en la Liga de su gran rival ciudadano.
En otro de los duelos de la jornada, el Celta se medirá al Getafe con el objetivo de acercarse a la quinta posición del Sevilla.