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Barcelona/España/AFP
Real Madrid ya tiene equipo, pero le falta pólvora porque superó en el clásico liguero a un Barcelona, que puso en evidencia su ‘Messidependencia’ y sufre cada vez que el astro argentino tiene un mal día.
En el Camp Nou y en un partido que terminó 0-0, el Real Madrid dominó al Barça, pero “nos ha faltado un poco de claridad en el tramo final (de cara a portería)”, reconocía tras el encuentro Zinedine Zidane.
La falta de gol fue el principal punto negro de un equipo que dominó en el centro del campo y con su presión alta dificultó el juego del Barça, al que le costaba conectar con su tridente ‘GSM’ (Griezmann, Suárez, Messi).
Los Zidane ganaron la batalla en el centro del campo con un firme Casemiro, asistido por un Fede Valverde que se multiplicó.
Jugador total
El uruguayo “se ha graduado como un futbolista de máximo nivel”, escribió ayer el exjugador Álvaro Benito en su columna en el diario AS.
“Haciendo gala de una gran personalidad se adueñó del centro del campo, tanto en fase defensiva como ofensiva”, añadió Benito.
Fue “otra exhibición de un jugador total”, afirmó por su parte José Félix Díaz en Marca, respecto a un jugador que se impuso a los centrocampistas rivales y tuvo dos ocasiones en dos duros disparos que detuvo el meta Marc André Ter Stegen.
Segundo en la clasificación liguera empatado a 36 puntos con el líder barcelonista, lo mejor del Real Madrid fue la imagen de equipo dejada en el Camp Nou, como reconocía su capitán Sergio Ramos.
“Es verdad que el dominio por momentos ha sido suyo porque no pudimos superar su presión”, reconocía el técnico del Barcelona, Ernesto Valverde.
‘Messidependencia’
Su equipo volvió a evidenciar su gran dependencia de su capitán Leo Messi, que el miércoles no tuvo su mejor día, a pesar de que fueron sus destellos los que animaron al conjunto azulgrana, ante la inoperancia de Luis Suárez y Antoine Griezmann.
El partido “fue jugado a tirones y sin un hilo conductor claro por el Barcelona”, escribió el director adjunto de Mundo Deportivo, Josep Maria Artells.
Superado en el centro del campo, donde acusó la falta de Sergio Busquets, el Barça tuvo que recurrir a los balones largos en busca de su tridente ofensivo, en el que sólo apareció Messi, que vio como, con Thibaut Courtois batido, Sergio Ramos le sacaba un balón que iba a gol en su mejor ocasión.
“Sólo las esporádicas apariciones de Messi permitían mantener la ilusión a un barcelonismo perplejo ante la superioridad blanca”, escribió Lluís Mascaró en el diario Sport, recordando que “Messi no puede arreglar siempre el desaguisado”.
A las puertas de la próxima jornada de Liga este fin de semana, en el que los dos equipos buscarán de nuevo ganar el liderato en solitario del campeonato, el clásico liguero deja una mejor impresión del Real Madrid, que, según Marca, “muestra fiabilidad para aspirar a todo”.
