César Ramírez
@caralvasalvador
En nuestra sociedad este concepto de calificar toda acción (política, social, educativa, municipal, proyectos de nación) como “amigo-enemigo”, ejemplo: la aprobación del presupuesto de la nación, la destitución de magistrados (SC, CCR), aprobación del préstamo para el Hospital Rosales, el acuerdo para la construcción de carreteras rurales, carreteras fronterizas, los proyectos del Golfo de Fonseca, Pensiones, SITRAMSS, intervención en el TSE, calificación de ciudadanos de filiación partidaria inhabilitando sus genuinas aspiraciones a cargos públicos, caso de diputados suplentes, condena a mujeres por abortos espontáneos, impedimento a exmilitares por cargos públicos, límites de investigación en casos de enriquecimiento inexplicable… etc., concluye en la imposibilidad de corregir los grandes retrasos de la nación, de esa forma, los problemas no se solucionarán nunca.
Es el viejo tema de considerarse adalid del capitalismo versus los demonios comunistas, de ahí no saldremos.
El factor desestabilizador es la recurrencia del permanente estado electoral, sumar o restar parece ser el objetivo partidario, “nos conviene o nos afecta” en los siguientes meses o años, de tal forma que el famoso mantra: “ganar, ganar” no existe.
La elección de los magistrados a la Corte Suprema de Justicia será una lectura de la naturaleza que hemos reseñado, el art. 131 inc. 19 constitucional… corresponde a la Asamblea Legislativa “elegir por votación nominal y pública a los siguientes funcionario: presidente y magistrados de la Corte Suprema de Justicia, presidente y magistrados del Tribunal Supremo Electoral”… etc. Puesto que la composición de la Asamblea Legislativa tiene una filiación política en todo sentido, el resultado es pronosticable y es posible que en algunas situaciones retornemos a eventos del pasado, es paradójico que estos funcionarios se nombren por una mayoría de partidos de derechas, en ese caso se omite el famoso criterio de neutralidad política, ¿existe neutralidad jurídico-político? En ese caso también debe evaluarse el resultado de los fallos de la Sala Constitucional al declarar inconstitucional la amnistía de 1993 ¿es un acto de justicia, una causa política, podrán enjuiciar a los autores de miles de muertes y desaparecidos del pueblo salvadoreño?
Es sintomático que grupos de presión civil, económicos, religiosos se pronuncien amparados por la neutralidad mientras profundizan la desconfianza política, interpretan toda acción bajo el signo de guerra, con ello contribuyen a paralizar a la nación. La desconfianza política se puede solucionar eliminando el concepto: “amigo-enemigo” por el bien de la nación.
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