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REALIDAD NACIONAL AL DESNUDO, EN INFORME DEL PNUD

Licenciada Norma Guevara de Ramirios

El PNUD presentó al país, en manos del señor Félix Ulloa (vicepresidente inconstitucional), su informe sobre la realidad en los 44 nuevos municipios en que se divide el país.

 Son datos duros, expresados para cada uno de los 44 municipios en 27 indicadores, en los campos de la educación, el trabajo, las oportunidades económicas y sociales, en acceso a servicios públicos y en la recepción de remesas.

Este informe revela a profundidad la pobreza, las inequidades, el abandono de los territorios; en suma, nos dice que la imagen de país que promueve el oficialismo, de país floreciente, es inexistente en los hogares de la mayor parte del territorio y la población salvadoreña, no es ese país idílico, ni siquiera en La Libertad Costa, territorio del proyecto estrella del gobierno de Bukele, del Surf City.

Nos dice que en 36 de los 44 municipios (82%), una cuarta parte de sus hogares se encuentran en situación de pobreza monetaria; uno de cada 4 hogares en todo el país se encuentra en situación de pobreza multidimensional.

Y aún en los municipios con menor pobreza: San Salvador Centro, San Salvador Este, San Miguel Centro, San Salvador Sur, La Libertad Sur y La Libertad Este, en estos municipios uno de cada cinco hogares no tiene capacidad de cubrir el costo de la canasta básica alimenticia.

El ingreso laboral promedio a nivel nacional es de 367.45 dólares, pero en 32 de los 44 municipios el ingreso es menor a ese monto, siendo los municipios de la zona oriental, como San Miguel Norte, Morazán Norte, y Usulután Este, los municipios en los cuales el ingreso laboral promedio es inferior a 240 dólares mensuales. Es decir, que la mayoría no alcanza a cubrir la canasta básica, que en lo urbano alcanzó los 252.40 dólares.

La población ocupada a nivel nacional es de 61%, la tasa de ocupación femenina es menor y, en la mayoría de los municipios la ocupación en la informalidad supera el 70%. Es decir, la mayor parte carece de seguridad social, que se supone brinda el empleo formal.

El analfabetismo ha crecido, a nivel nacional alcanza el 10% y, en el oriente, 9 de los 10 municipios están en esta condición, y algunos alcanzan hasta el 20% (Morazán Norte, San Miguel Norte y La Unión Norte). Entre la población con analfabetismo la mayor parte son mujeres.

La escolaridad promedio nacional es de 7.3 años; y los municipios que alcanzan el más bajo nivel promedio de años de escolaridad son La Unión Norte, San Miguel Norte y Ahuachapán Sur (5 años).

En 21 de los 44 municipios, la mitad de los hogares carece de servicio de recolección, tratamiento y disposición final de los desechos sólidos; 14% de los hogares carece de energía eléctrica; y el 31% de los hogares carece de acceso a espacios públicos, como parques, zonas verdes, áreas de juego para niños, casas comunales o canchas deportivas.

 El informe señala que en el 25% de hogares se recibe remesas.

Estos datos citados, son algunos de todos los indicadores de nuestra realidad, pero hay descripción cualitativa de las desigualdades territoriales, más bien sociales y económicas que debieran interesar a los funcionarios de gobierno, para dirigir políticas que ayuden a disminuir los niveles de pobreza de ingresos y carencias de acceso a servicios que deben ser parte de una vida digna.

Leer el detalle de cada ficha para cada uno de los municipios parte el alma. Pero se necesita conocerlo, para que despierte nuestro pueblo y comprenda que hay mucho por hacer y que todos somos necesarios en la construcción de una sociedad mejor, productiva, educada y segura; con justicia, en democracia y con libertad.

Para quienes creen que el país es como lo pinta el oficialismo, sería como vivir el cuento de la siguanaba, cuando ella se transforma de una mujer bonita en otra con rasgos que no esperaban.

Especialmente para nuestros hermanos migrantes, muchos de los cuales son el sostén de ese 25% de hogares que reciben remesas; es bueno poder ver la realidad de los territorios y poblaciones en que habitan sus familiares y, ojalá, comprender que muchos programas que en  el pasado fueron preocupación de gobernantes, como la alfabetización, las pensiones solidarias a los adultos mayores (para citar algunos), siguen siendo necesarios.

Gracias al PNUD por esa fotografía nítida de nuestra realidad.

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