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La representante permanente de Cuba ante la ONU, Anayansi Rodríguez, denunció el lunes la creciente politización en el tratamiento de la cuestión de los derechos humanos, en particular contra países del Sur.
Al intervenir en el diálogo interactivo con la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, señaló que tal tendencia viola los principios de objetividad, no selectividad e imparcialidad, defendidos por la ONU.
La embajadora expuso como el más reciente ejemplo el evento contra Cuba que el Gobierno de Estados Unidos pretende realizar este martes en la sala del Consejo Económico y Social (Ecosoc), uno de los órganos principales de la ONU.
Rodríguez argumentó que dicha intención, usando el nombre y los predios de las Naciones Unidas para atacar a uno de sus Estados miembros, es una clara violación de los propósitos y principios de la Carta de la ONU, y de las normas de esta organización para la celebración de sus reuniones.
El evento, que forma parte de una campaña difamatoria contra la isla, constituye además un nuevo ultraje a la soberanía del pueblo cubano y un irrespeto a su libre determinación, recalcó la diplomática en la Segunda Comisión de la ONU.
La embajadora -quien pidió a la secretaría de Naciones Unidas que no permita una agresión de manipulación de los derechos humanos contra uno de sus Estados miembros-, enfatizó que el Gobierno estadounidense carece de toda autoridad moral para juzgar a Cuba, cuando su actual administración, impulsa una agenda de ideas supremacistas, racistas y xenófobas.
Justo la víspera, la misión de Cuba ante la ONU rechazó y condenó en términos enérgicos el evento anticubano organizado por el Gobierno de Estados Unidos en Naciones Unidas, y pidió a la secretaría su cancelación.
El Departamento de Estado norteamericano emitió un comunicado de prensa el pasado viernes en el que informó la intención de utilizar la sala del Ecosoc de la ONU para el lanzamiento de la campaña denominada ‘Jailed for what’ (Encarcelado por qué), en contra de Cuba.
Con esta acción, se intenta empañar el nombre de Naciones Unidas en un acto contra un Estado miembro, en contravención de los propósitos y principios de la Carta de la ONU, señaló la misión de Cuba en un comunicado.
El propio carácter de la nota de prensa distribuida por el Departamento de Estado muestra claramente los objetivos que se persiguen con este evento, al anunciar el inicio de una insultante y falaz campaña contra Cuba, añadió.
Además, subraya el texto, el evento constituye ‘una farsa política del peor gusto, edificada sobre falsos argumentos y con actores de reparto, algunos de procedencia cubana, quienes con oscuro historial al servicio de una potencia extranjera’, se suman a la escalada de acciones de Washington contra La Habana.
De tal forma pretenden justificar la política genocida de bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla, la cual constituye el principal obstáculo al desarrollo de Cuba y una violación flagrante de los derechos humanos de su pueblo, señala el comunicado.
Ante estos sucesos, la representante permanente de Cuba ante la ONU dirigió la víspera una carta de protesta al Secretario General, António Guterres, y a otros altos funcionarios de la secretaría de la organización.